EL ESLABÓN

Hola a todos!!!! Nuevo fic, es un oneshot así que ya saben, cortito y al pie!

Título: El eslabón.
Cantidad de palabras: 1.499 palabras.
Estado: Completo.
Personajes: Bobby Singer, John, Dean y Sam Winchester.
Resumen: AU, preserie, contiene muerte de personaje.
Género: Angustia.
Categoría: [PG]
Aclaración: nada de Supernatural me pertenece :'(

EL ESLABÓN

En el final, cuando todo había acabado, Bobby se dio cuenta que para destruir a la familia Winchester sólo hizo falta un paso.

Fue hace seis meses que su celular empezó a sonar enloquecido, cada vez que lo hacía el corazón de Bobby se estrujaba, era un teléfono especial, sólo cinco personas en todo el mundo conocían ese número, Caleb, Jim, John, Dean y Sam. Nadie más. Y si era usado, la mayoría de las veces, significaba problemas.

Después de hablar con la mujer que encontró del otro lado de la línea se sentó en el porche de su casa varias horas, no recuerda qué pensó en ese momento, siquiera si pensó en algo, recuerda que lloró.

Le tomó trece horas alcanzar el pueblo que le había sido indicado por una desconocida de voz dulce, se identificó y pidió que lo llevaran a ver el cuerpo. La morgue, como todas las morgues, era un lugar impersonal, cáustico. El hombre que le atendió, abrió una de las puertas metálicas y extrajo de ella una camilla. Le preguntó sin emoción si quería que retirara la sábana o lo dejaba hacerlo a él. Prefirió lo segundo, necesitaba tiempo para enfrentarse a la imagen que no quería encontrar.

Cuando finalmente reunió el coraje suficiente, tomó la tela blanca y la deslizó con cuidado, el aire se le quedó atrancado, ¡Dios!, cuánto había rezado para que fuera un error, una mentira, una desgraciada confusión, pero no lo era.

Observó varios minutos el rostro sereno, no se le escapó el detalle de que el hombre frente a él lucía más en paz en esos momentos que prácticamente cada día que él lo conoció. Volvió a llorar, pensó incluso que desde la muerte de Karen que no lloraba tanto, pero es que era demasiado, no había en la vida de un cazador muchas amistades y esa había sido significativa para él.

-¿Por qué lo hiciste, por qué?.

No había voz que le contestara.

Esa noche se robó el cuerpo y lo incineró, dejó las cenizas volar en la briza y rezó por el alma inmortal.

Al la madrugada siguiente hizo dos llamadas, tomó su auto y viajó de regreso a su casa. A cinco horas de su regreso llegó el primer visitante, al otro le tomó dos horas más. Los dos hombres que entraron por su puerta se miraron y evaluaron abiertamente, intentando saber en qué posición se encontraban uno respecto al otro, Bobby quiso reír, era de él de quien deberían preocuparse.

-Hace tres días recibí una llamada -empezó a decir el viejo cazador- No fue la más placentera de mi vida, de hecho, fue la peor que he recibido.

Los otros dos lo miraban sin entender, la confusión patente en sus caras.

-Cuando llegué al lugar en el que se me pedía estar encontré varias cosas, entre ellas un celular, en su registro figuraban dos llamadas hechas con apenas minutos de diferencias. Me gustaría saber qué estaban haciendo ustedes dos el día martes, a las siete AM en tu caso -señaló a uno- y las siete cuarenta y cinco en el tuyo -señaló al otro.

Los señalados se miraron entre sí y luego sacaron sus teléfonos, en cada aparato estaba registrada la susodicha llamada y un mensaje de voz en consecuencia, ambos sabían que estaban ahí.

-Bobby...

-Me gustaría escuchar qué dicen esos mensajes -interrumpió el cazador- Quiero escucharlos, en altavoz.

El mayor de sus visitantes apretó un par de botones y una voz clara pero titubeante se dejó oír.

-Ho...hola...yo...yo quería decirte que...no puedo más con ésto, es...es demasiado...necesitaba...-un sonido como un suspiro irónico llenó el aire- quería, oír tu voz, pero no importa...yo...te...Te amo.

Había lágrimas en el rostro de Bobby, contenidas en el menor y, sorpresa, sospecha y espanto en los ojos del mayor. El que quedaba hizo el mismo procedimiento en su propio teléfono.

-Hola Sammy. Quería saludarte, yo...no voy a estar por un tiempo...así que quería avisarte, no que vayas a necesitarme, pero...sólo...sólo quería decir adiós ¿ok?, sólo eso...Te amo Sammy, cuídate.

El silencio se extendió en la casa.

-Bobby, ¿qué está pasando? -cuestionó el mayor.

-Yo te voy a decir qué está pasando -contestó agresivo el viejo cazador- Hace tres semanas un fantasma empezó a joder con las cabezas de las personas en un pueblo en el medio de la nada, y como siempre, algún cazador es enviado o reconoce los signos. Él -señaló los celulares aludiendo a la voz- fue el designado en éste caso. Pero éste no era cualquier fantasma, éste era un hijo de puta que se metía en tu mente y te jodía bien jodido, te mostraba todas las verdades que tu quieres mantener ocultas, esas que encubres con mentiras blancas, cuando dices que alguien se fue porque quería un paseo y no porque no te aguanta. Una forma cruel de matar, porque él no se ensuciaba las manos, él hacía que sus víctimas se suicidaran.

Los otros dos hombres se quedaron duros ante la información.

-Era feo y peligroso y nuestro amigo se las ingenió para acabarlo, no sé cómo hizo, pero lo que sí sé es que el desgraciado fantasma se metió con su cabeza, y supongo que no supo salir de ello.

-Bobby, tu estás diciendo...

-Sí, Sam, eso es exactamente lo que te estoy diciendo. ¿Se puede saber por qué demonios ninguno de ustedes dos fue capaz de atender el teléfono? ¿No lo escucharon, no estaban cerca del aparato? ¿Por qué ninguno había oído el mensaje hasta ahora?.

-Bobby, no puede ser, él no...

-Sí, Sam, él sí -miró a los dos pares de ojos con odio- Dean tomó un arma, se sentó en una de las dos camas de su habitación de motel, se puso la colt en la boca y jaló el gatillo. Sí, Sammy -pronunció el diminutivo con veneno en la voz- ¿Y saben qué encontraron en esa habitación? Una carta, la carta de un suicidio. Dean explicó lo que pasó, explicó que sabía que no era algo propio de él, que en alguna parte, su cerebro reconocía que algo estaba mal, pero que los sentimientos eran demasiado fuertes, demasiado reales, que lo intentó, que buscó salir de ello, demostrar a su mente que lo que el fantasma le había dicho no era verdad, pero ni su padre, ni su hermano se molestaron en contestar, y fue cuando no pudo seguir luchando, porque podía luchar contra una mentira, pero no contra la verdad -Sam lloraba a esas alturas de manera descontrolada, mientras John parecía a punto de tirar el estómago en el piso, pero a Bobby no el importaba o mejor dicho sí le importaba, Bobby quería dañarlos, quería que entendieran, quería que la herida en ellos se sintiera tan fea como la de él- Pide perdón -los miró, buscó sus ojos- Nos pide perdón -no permitió que los ojos ajenos se alejaran de los de él- Nos pide perdón a Caleb, Jim y a mi. A nosotros tres, sólo a nosotros tres.

-Dios, yo...-empezó Sam, su padre aún mudo.

-Tu nada -miró al hombre mayor- Ni tu, los quiero fuera de mi casa, fuera del puto Estado, no quiero saber nada de ustedes por lo que me quede de vida, si se están desangrando no gasten esfuerzo en llamar. He visto muchas cosas en éste trabajo, algunas realmente horribles, pero lo que ustedes hicieron con ese muchacho...no se merecen nada, ninguno de ustedes, y parece ser que al final Dean se dio cuenta de lo mismo. Ojalá le hubiera quedado lo suficiente dentro para dárselo a sí mismo, pero supongo que gastó demasiado en ustedes dos, basuras.

-Ey -intervino John por primera vez desde su arribo.

-Ey, nada, John. La última vez que estuviste aquí no te maté por Dean, debí haberlo hecho, me arrepiento de ello ahora. Pero te digo algo, no soy hombre de cometer el mismo error dos veces. Largo, fuera de mi vista, púdranse.

Bobby no supo nada más de los Winchester por seis meses, la siguiente noticia que le llegó fue sobre la muerte de Sam, algo sobre un incendio, su novia quedó atrapada en la habitación y él fue encontrado en el sofá, el nivel de alcohol en su sangre era muy elevado y los forenses estimaron que esa fue la causa por la cual no despertó con los gritos de la chica. Cinco días después Jim le hizo una llamada, John había sido hallado ahorcado del árbol de su vieja casa en Lawrence.

En alguna parte del cerebro del viejo cazador, todo ello tenía perfecta lógica, esa familia había sido sostenida por Dean y toda casa a la que le quitas los cimientos, se viene abajo. Sentado en el porche de su casa, la mirada perdida y un nuevo anillo en el dedo, el viejo cazador decidió que en el final, para destruir a la familia Winchester sólo hizo falta golpear un eslabón, el de unión, cuando Dean cayó, la cadena que era su familia, cayó con él.

***FIN***

Dejen oír sus comentarios!! Besos!! <3<3<3