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martes, 8 de noviembre de 2011

SWAN LAKE o cómo enamorarse de un cisne

El Lago de los Cisnes por Matthew Bourne

Me van a preguntar...¿y por qué pone ésta esto acá? Y tienen razón, no puedo decir que sea aficionada al ballet, de hecho, han sido muy pocas las producciones que he visto al respecto, pero por casualidad, buscando información sobre algo que estaba leyendo, tropecé con la producción de El lago de los Cisnes hecha por Matthew Bourne. ¿Y por qué ésta y no la otra gran cantidad de versiones de éste ballet en particular? Porque ésta logró la que ninguna otra conmigo, ésta logró que yo entendiera la historia más que nunca, es ésta versión la que logró que yo, al igual que el príncipe, me enamorara del cisne.

jueves, 3 de noviembre de 2011

EL ESLABÓN

Hola a todos!!!! Nuevo fic, es un oneshot así que ya saben, cortito y al pie!

Título: El eslabón.
Cantidad de palabras: 1.499 palabras.
Estado: Completo.
Personajes: Bobby Singer, John, Dean y Sam Winchester.
Resumen: AU, preserie, contiene muerte de personaje.
Género: Angustia.
Categoría: [PG]
Aclaración: nada de Supernatural me pertenece :'(


EL ESLABÓN

jueves, 27 de octubre de 2011

Jugando al Destino

Éste es otro fic de los cortitos, inspirado en la cuarta y quinta temporada de Supernatural, espero lo disfruten.

Título: Jugando al Destino
Cantidad de palabras: 297 palabras.
Estado: Completo.
Personajes: ---
Género: Angustia.
Categoría: [G]
Aclaración: nada de Supernatural me pertenece!



Jugando al Destino

miércoles, 26 de octubre de 2011

Promesa - Capítulo 5

Hola!! Ahora estoy más seguido, aunque no sé por cuánto.

Dejo el capítulo siguiente de Promesa y espero les guste :)

Por cierto, la imagen que sirve de cabecera para éste capi no es mía, le he hecho algún cambio pero siguiendo éste link pueden visitar a la autora, Petite Madame, que hace verdaderas obras de arte.



PARAÍSO O INFIERNO




-...¡Déjenme salir!...¡Dean!...¡DEAN!...¡DEEEEANNN!...

***

-Castiel, me complace que vinieras.
-Mandaste llamarme Joshua, nadie se niega a comparecer si tu llamas.

viernes, 21 de octubre de 2011

Sólo una...

Hoy traigo un drabble o algo así, es cortito, es sobre Supernatural, sobre Dean, más específicamente, inspirado por la sexta temporada y puede ser ligeramente un AU (Universo Alterno...en inglés vieron, que ahora todo es en inglés :p ).

Título: Sólo una...
Cantidad de palabras: 226 palabras.
Estado: Completo.
Personajes: Dean Winchester.
Género: Angustia.
Categoría: [G]
Aclaración: nada de Supernatural me pertenece!


martes, 11 de octubre de 2011

Promesa - Capítulo 4

Holaaaaa!!! Ya he dicho que no voy a prometer nada, y no prometo, que luego me ahorcan con mi propia lengua jejeje.
Continuación y nada más!!



AMIGOS




-Castiel, te necesito. -espera unos minutos y nada sucede, juega una carta que espera sea un as- Es sobre Dean.

No pasa mucho tiempo entre la oración y el sonido de alas agitadas colándose en su cocina.

domingo, 9 de octubre de 2011

Promesa - Capítulo 3

Soy un asco de persona, ya lo sé, les prometí el capi y no cumplí, lo peor es que volví tan hecha moco de Buenos Aires que ni siquiera publiqué enseguida!

Por eso se los traigo hoy con mis más sinceras disculpas!!
La imagen que dejo es la que utilicé como cabecera en el foro de supernatural, a partir de éste capi, iré subiendo cada imagen que usé con su respectivo capítulo!



PESADILLA



La siente reptando hasta él, hasta la conciencia, como cada noche, la pesadilla se abre camino y lo golpea en toda su negra y pestilente cadencia. En esos momentos sabe de qué se trata, sabe lo que se viene, luego... luego no recordará nada.

sábado, 13 de agosto de 2011

Un día especial - fic

Dios, hace tanto que no paso por aquí que  temí me habrían cancelado el blog, pero no, andamos de suerte!!
Primero que nada...disculpas a todos por no actualizar...segundo, esta vez no prometeré nada, cuando pueda, pasaré!
Lo que les traigo es un oneshot que salió de una información sobre Supernatural que se me había pasado por alto, ahí les va el chiquitín, espero les guste!


Titulo: "Un día especial"
Autor u Autora: Lauranthalasah (increíble que me de la cara para aparecer...y sin la conti del otro fic ^///^)
Beta: Sernatural (Gracias Corazón!)
Calificación:
[G]
Género: Familia.

Extensión: 1.212 palabras.
Resumen: es corto así que les dejo mi recomendación usual.......LEAN HARAGANES!!!
Tema: algunos pensamientos de Sam...PRE-SERIE!!
Estado:
 [C]  Completo.
Aclaración: los Winchi no me pertenecen, ni ninguna otra invención de Kripke, lo que hay aquí abajo, sí que me pertenece!

martes, 3 de mayo de 2011

En el país de la libertad

Hoy traigo otra vez música, no desesperen, prometo dejar un capi de Promesa antes de viajar, sí, voy a estar de viaje, éste jueves me toca ir a Buenos Aires a la Feria del Libro!, si no han podido ir a una alguna vez, les digo que es algo GENIAL!! les traeré fotos. Ahora sí, sigamos con el tema...
Desde que era peque esta canción tocó una fibra sensible en mí, supongo que por ese entonces no la entendía y era la melodía sencilla, nítida y hermosa lo que me llamaba la atención. Pasados los años sigue siendo el tema que me acercó a León Gieco, grande de la música argentina, una de esas personas que hablan verdad en cada estrofa.
"En el país de la libertad" es una letra sencilla, una a la que cada quien le da un significado diferente, muchos piensan que habla de Argentina, quizás sea cierto. Yo, yo creo que habla de nuestra mente, para mí habla de eso, no importa si vivo en un país hostigado bajo el peso de una dictadura o rodeado de libertinaje, nada importa si puedo pensar libremente, no importa si quieren que haga esto o aquello si en mi interior aún soy capaz de saber lo que YO quiero.
En mi mente puedo viajar, conocer, ser y estar. Puedo crear y soñar, en ningún lugar soy más libre que allí, más feliz, ni mejor. Soy libre de crecer, madurar y recordar juegos infantiles, soy yo y nadie más.

sábado, 30 de abril de 2011

A veces

Esto que escribo abajo es simplemente porque "A veces" no puedo callarme.


A veces la vida simplemente me camina encima, hay días en los que abro los ojos y tan pronto lo hago quiero volver a cerrarlos, no ver, no sentir.
Hay días en que soy sólo yo y me importan un carajo los otros seis billones y hay otros en que me siento tan conectada al mundo que asusta.
A veces me siento muy individuo y a veces raza, y cuando me siento así, como humana, es cuando mi corazón llora encogido.
Tantas crueldades, tanto olvido, tanto ignorar, tanta ceguera auto-impuesta.
Me duele que los niños mueran sin comida mientras otros se ahogan en riquezas.
Que unos pocos discutan y dirijan el camino de todo el resto.
Somos humanos, aprendimos hace mucho tiempo que vivir juntos es mejor que hacerlo separados y aún así, duelen tanto nuestros crímenes a otros pueblos, tanto como duelen los que cometemos contra el nuestro.
Porque a veces, no decir nada, es el peor pecado que comentemos.
Hemos aprendido a vivir una vida viendo desde una óptica cerrada, nuestra mente selecciona con fascinante facilidad las imágenes que mostrar, las crueldades que ocultar.
La mía no es diferente del resto, la mayoría del tiempo soy otra persona más con complejo de “centro del universo”, pero hay días que el velo cae y se abre de manera filosa la realidad que está ahí fuera.
Esos días, son los que elijo para sentarme a ver desde el borde de la ventana.
Miro el cielo, aves, flores e insectos, niños jugando, risas riendo, veo el potencial de lo que todos deberían estar viviendo.
Veo el mundo.
Y es hermoso.
Es tan triste que haya niños muriendo.
Niños que nunca podrán conocerlo.

Bueno, siento mucho si los he deprimido un poco, pero como he dicho antes, hay ocasiones en que mi cerebro no se para como de costumbre y para esto tengo el blog!
Suerte y Besitos!!! :)

jueves, 28 de abril de 2011

PROMESA - Capítulo 2

Hola :( lo siento!!!! Debería haber puesto el capítulo mucho antes pero estuve perdida!
En fin, les traigo el nuevo capi, como les dije está todo el fic en proceso, sigo escribiendo y no sé en qué va a terminar, por ahora les cuento que ya tengo listo el capítulo 12 y no veo el fin muy cerca, pero...todo puede pasar!
Ahora sí, los dejo para que lean :)





DEAN



Nunca debí hacer esa estúpida promesa, nunca debí asegurar que lo haría, nunca....NUNCA.
¿Qué hago ahora? ¿Qué hago cuando mi hermano se debate entre la cordura y la locura? ¿Cuándo sus recuerdos le hacen gritar como si lo estuvieran desollando vivo? ¿Qué hago cuando se me pide que cumpla mi palabra? Cuando me toca cumplir un destino que odio.

miércoles, 20 de abril de 2011

PROMESA - Capítulo 1

Bueno, como les dije, a partir de hoy empezamos con otras cosas. Promesa es un fic que aún estoy escribiendo y que empezó como one-shot y parece que va a ser mucho más. También está inspirado en la serie Supernatural, su relación temporal está atada a la sexta temporada y se me ha ido la olla y se me sigue yendo un poco más en cada capi.
Ahora, como éste aún no está acabado, no puedo decir cuánto tardaré con él, lo que sí puedo decirles es que actualizaré cada día hasta que llegue al mismo nivel que lo tengo en otros lados, luego, habrá que armarse de paciencia...ya sé que algunos no saben lo que significa, pero les juro que no es tan terrible :P
Espero que les guste!!


Titulo: "Promesa" (otra cagada el título!).
Autor u Autora: Lauranthalasah.
Calificación: [PG] (si les gusta llorar... o no, no está tan mal la cosa).

Género: Angustia, Dolor, Fantasía, Familia.
Extensión: en conflicto por ahora ;)
Resumen: Las promesas pueden atar tu voluntad a cosas que no deseas, pero cuando haces una puedes elegir dos caminos, el que traiciona tu palabra, o el que las honra. Dean puede ser muchas cosas, pero si ha sabido hacer algo en su vida, es cumplir una promesa, aunque ésta le cueste la vida.
Tema: tristón, no insistan, yo soy alegre sólo en la vida real, para escribir no me sale.
Estado: [WIP] (Work In Progress).
Aclaración: los Winchi no me pertenecen, ni Bobby, ni Castiel, ni ninguna otra invención de Kripke, lo que hay aquí abajo, sí que me pertenece!

SAM



De los dos miembros de mi familia que realmente conocí, sólo uno de ellos cumplía siempre sus promesas, siempre lo hizo, aunque le costara el alma, y fue precisamente a él a quien le hice prometer algo terrible. 

martes, 19 de abril de 2011

Misión - Capítulo 30 - Epílogo final

Señoras, señores...EL FINAL!!! Es así, hoy les hago entrega del último capítulo de éste fic, desde que lo terminé no he vuelto a escribir otro tan largo, fue toda una experiencia y pasé muchas cosas mientras lo hacía, realmente lo amo y me ha recompensado con varias amistades. Éste es un mundo loco, pero también hermoso.

Sin más divagaciones...el capítulo final:


Epílogo
Segunda parte

lunes, 18 de abril de 2011

Misión - Capítulo 29 - Epílogo

Bueno ya casi se termina, mañana les traigo el final y a partir de pasado mañana estaremos tratando con Promesa...eso sí, a ese, aún no lo acabo :P


Epílogo
Primera parte



Casi un año después de la muerte de Dean.

El ángel lo mira y todavía le cuesta creerlo. Lo sintió, ni bien nació la niña sintió una energía diferente, sintió su gracia saltar de la emoción, por unos momentos se convenció que era a causa de la pequeña, de tener finalmente allí a la descendencia de su amigo, pero más tarde entiende su equivocación, de alguna manera Dean había logrado lo imposible...otra vez.
Realmente tendría que empezar a dejar de lado las dudas cuando se trataba de los hermanos Winchester, siempre terminaban sorprendiéndolo a uno.
Observa al hombre como lo ha hecho por los últimos cuatro meses, desde la distancia, vigilando su progreso, su regreso a la conciencia de la existencia, a su antigua personalidad. Velando por su avance penoso y doloroso, lo ha visto llorar en ese recinto blanco una pena que no conocía de procedencias, un dolor sin causa sabida.
Era el nacimiento violento y doloroso de un ser adulto, roto y armado por piezas una y otra vez hasta su porción más pequeña. No venía mejorado, no venía limpio de trauma, era el mismo, él había elegido ser el mismo en cada singular detalle, él era Dean y por tanto quería ser la persona que había llegado a ser detrás de cada experiencia vivida, buena o mala, habían marcado su vida, guiado el camino de su ser y él quería ser lo que había aprendido a ser. No mejor ni peor, más maduro, más sabio, sólo él, Dean Winchester.
-¿Dean? - el proceso de recuperación estaba completo, el hombre estaba completo.
-¿C-Cass? - es sorpresa dentro de la incomprensión - ¿C-cómo es esto posible? ¿No que iba a desaparecer?¿Cómo volví?
Típico del humano, volvía de la muerte y cuestionaba el por qué ¿sería miedo a otro destino?
-¿Qué hiciste en tus últimos momentos?
La pregunta descoloca porque ha pasado tiempo, mucho para el hombre y tiene la mente confusa, inaccesible, detrás de un velo de olvido.
-Oh, ¡ah!. No lo sé – lo piensa - Creo que despedirme de Bobby, mamá, Selene y Jo.
-¿Te quedaste con Jo?
Son muchas preguntas y el cerebro empieza a funcionar otra vez.
-Sí, me quedé ahí hasta que ya no sentí más nada.
-¿Nada?
No, había sentido algo, algo hermoso, tan suave, bondadoso, gentil. Una linda sensación, como nadar en agua tibia un día fresco con los pájaros cantando cerca y el viento detenido en el aire.
-No...espera, sí, sentía una calidez dulce, inocente.
El ángel lo traspasa con su mirada azul.
-Eres un hombre realmente duro de matar Dean.
Él no puede evitar la mueca irónica.
-Sí, pero con más pelo.
-¿Cómo dices?
Y ese es su amigo, Cass, el ángel despistado, su autista favorito.
-No importa, cuéntame cómo me salvé esta vez.
-El alma de tu hija se enlazó con lo que quedaba de la tuya, padre e hija comparten mucho y ustedes compartieron por un tiempo su cuerpo, sus almas al menos, tu hija será muy especial. Ella nació hace cuatro meses terrestres, cuando salió del seno materno tu alma fue liberada, te ha tomado éste tiempo reponer tu fuerza, recomponer cada pedazo de ti.
Dean perdió el hilo hace un rato...
-¿Me estás diciendo que tengo una hija Cass?
Pero Castiel se mantiene firme en sus averiguaciones.
-Dean ¿sabías lo que sacrificabas?
-Claro que sí. Espera tengo una hi...
-¿Y aún así aceptaste?
Detrás de la pregunta se adivina algo más, un tono no muy usado en ese ser, cierta violencia contenida.
-¿Qué opción tenía Cass, dejar morir a mi hermano, dejar que Michael vistiera por toda la eternidad a Adam, permitir que gente inocente siguiera muriendo? No sé cuál sea tu concepto de mí, pero yo no dejo que la gente muera mi trabajo es salvarla.
El ángel casi no reconoce ese sentimiento que lo embarga, lo ha sentido una vez antes y también lo provocó ese humano frente a él, es furia, enojo, bronca todo junto, todo a punto de ebullición.
-El trabajo de todos era salvarlos y ellos sabían por que estaban ahí y conocían lo que arriesgaban – dice subiendo la voz.
-No hablo sólo de nuestra gente Cass, hablo de aquellos que estaban atrapados entre demonios y ángeles, hablo de mis hermanos, de mi familia, mis amigos, tú, hablo de los que no tuvieron otra opción más que cargar con un peso demasiado grande, de los que se vieron involucrados únicamente por saber aunque no tenían nada que ver. Hablo de gentes siendo títeres en una guerra estúpida.
Dean habla con pena, la misma que sintió cuando vio morir a esa niña frente a él.
-No hablas de ti. ¿Acaso crees que tú sí lo merecías?
El hombre sonríe, de esa manera que el otro ha visto muchas veces, con los ojos vacíos, la cara laxa, los labios torcidos a un lado.
-Yo inicié todo cuando me di por vencido en el Infierno.
-Eso fue destino.
-No. No Cass, no lo fue. Fue debilidad. Yo lo sé, Dios lo sabe y tú también. Si hubiera resistido nada de lo que vino después habría pasado.
El hombre no acepta consuelo, nunca lo ha pedido, nunca lo ha querido.
-¿Así que fisionar tu alma era el precio adecuado? - la voz suena más dura, acusadora.
-Era la solución Castiel, no entiendo cuál es el problema.
El control del ángel desaparece, la furia lo embarga tan rápido que la siente salir fuera de su piel creando una capa a su alrededor. Toma al hombre del cuello de su campera y lo estampa contra la pared de luz más cercana
-¿No ves cuál es el problema? - está gritando y no le importa, lo necesita, ha sufrido, aunque cueste creerlo ha sufrido por meses la pérdida de ese hombre. Ha insultado a su padre, renegado de él, de un ser capaz de aceptar un sacrificio semejante. Ha deseado poder sentir dolor físico al golpear rocas. Ha llorado y hasta donde él sabe sólo un ángel ha llorado antes en el Cielo y era parte de una historia que él creía leyenda - ¿Es que estás ciego Dean?¿Es que todo lo que pregonas no se te aplica?¿Acaso la gente no puede salvarte nunca?¿Acaso nunca serás digno de un sacrificio?¿Crees que tu hermano quería ganar a ese precio, tu padre, tu madre, Bobby, Jo, Samuel, Adam … Yo?¿Crees que quería ganar de esa manera?¿Sabes cómo me he sentido durante todo éste tiempo?¿Cómo se ha sentido tu familia?
-Cass, no había nada más que hacer.
Lo dice suave, con la certeza tiñendo de dolor cada palabra.
-¿Cómo lo sabes?¿Cómo sabes que no había otra opción, una en la que, para variar, ninguno de ustedes muriera? No lo sabías Dean.
-Sí, sí lo sabía.
Castiel lo suelta.
-¿Cómo?
-Mi alma me lo dijo.
-¿Qué? ¿qué debías pagar por tu culpa?
-No. No eso.
-¿Entonces qué?
-Que si los amaba lo suficiente encontraría la manera, que ya sabía la respuesta, que hiciera lo de siempre, que siguiera adelante, que no me rindiera.
-¿Y cómo podía tu alma saber algo así?
-El por qué de eso lo supe cuando estaba... explotando. Nuestras almas son parte de Dios, todas ellas y por tanto tienen los mismos conocimientos que él, han surgido de su energía primordial. El cómo, tu sabes que morir propicia la comunicación con el alma y bueno, contando el sueño de Raphael he muerto más de un millón de veces así que las barreras entre mi parte espiritual y física estaban un poco...un poco...ummm...inexistentes de hecho.
-Y lo hiciste, sin pensarlo dos veces.
El rubio no contesta, simplemente encoge los hombros.
-Por culpa.
La mirada verde se clava dura en la azul, casi con enojo, directa y retadora.
-Por amor, lo hice por amor, porque no podía soportar perder a nadie más, porque si eso pasaba aún habría perdido mi alma Cass, al menos así lograba algo bueno.
-¿Sabes que quiero golpearte? Te lo mereces, pero no serviría de nada porque tu seguirías siendo así – en un gesto humano sacude la cabeza en negativa - Te entiendo a ti tan poco como entiendo a mi padre.
-Lo siento Cass, no quería hacerlos sufrir pero no encontré otra manera.
Castiel sonríe, no puede evitarlo, mira al hombre que lo observa apenado y la sonrisa se le vuelve risa y así descubre algo que no conocía, un regocijo que se desata en un sonido grave y cortado. Y decide que bien puede hacer eso que tiene tantas ganas de hacer, algo que tampoco sintió antes, se vuelve a acercar al hombre y lo toma en un abrazo fuerte, lo aprieta hasta que escucha un gemido de dolor.
-Demonios Dean, me alegro que hayas vuelto.
Dean lo mira sorprendido por la palabra elegida y responde la sonrisa con una propia a la vez que le devuelve el abrazo.
-Me alegro de haberlo hecho.
Se separan y toman asiento, son amigos, hermanos tal vez y están cómodos con la mutua compañía.
-¿Les dirás que estoy bien, que no desaparecí?
Castiel no necesita preguntar a quienes, tiene claras las prioridades de Dean.
-¿No prefieres decirles tu?
-No hagas eso, sabes que me encantaría, pero es imposible.
-Te llevaré con ellos.
Lo dice decidido.
-No estás autorizado Cass.
Dean ya sabe cómo funciona ese extraño mundo.
-No me importa.
-No es verdad.
-Lo es.
-¿Por qué? Te arriesgas a caer.
-Porque lo mereces, mereces tener felicidad Dean. Además, luché por la humanidad, si caigo pasaré a formar parte de aquello que juré defender, no sería más que un honor para mí.
-Gracias – la voz le sale emocionada.
-No me des las gracias yo te las debo a ti.
-No es cierto.
-Sí, lo es, me enseñaste a pensar por mí mismo, a seguir mi propio código ético, a sentir. Contigo aprendí a ser mejor – Castiel habla con su acostumbrado tono neutro lo que hace más solemne el momento.
Dean se pone colorado, es un hombre grande pero no ha recibido muchos agradecimientos de ese estilo, no está acostumbrado y no puedo evitar que la sangre le invada el rostro. El ángel le regala una pequeña sonrisa.
-No me vas a creer o no vas a querer hacerlo pero es verdad. Gracias.
-Sí, bueno...yo...de nada – acepta entre tartamudeos de vergüenza.
-¿Vamos? - pregunta Castiel y Dean no necesita preguntar a dónde, acepta con un movimiento de cabeza y desaparecen dejando el sitio de luz vacío de vida, a la espera de otro momento, uno futuro, dentro de muchos años cuando comience a llenarse de familia, de almas unidas.

Continuará...


Hasta mañana!!

domingo, 17 de abril de 2011

Misión - Capítulo 28

He dormido como bestia, sí, lo reconozco, hoy no he despegado de la cama y por eso vengo con el capi tan tarde...pero vengo :D eso ya es algo :P

JAJAJAJA!! Tengo que pedir perdón por algo!! Resulta que dos capítulos atrás, Dean dice algo en otra lengua, la de los angelitos, como soy rebuscada, lo tenía escrito con un tipo de letra que simboliza al enoquiano, resulta que el blog no reconoció dicha letra y por tanto la transformó a la común, es decir, la frase que está escrita ahí, la que desata la muerte de Dean, NO DEBERÍA ENTENDERSE!!!! Lo siento, no me di cuenta hasta que me he puesto a revisar hoy. Se los digo ahora porque era un detalle importante que ustedes no entendieran lo que decía...LO SIENTO :(



Capítulo 28


-...no está en el Paraíso, no está en ningún lado, su alma ya no existe, es como si Dean nunca hubiera existido, yo...yo quisiera hacer algo, de veras querría Sam, no creo poder expresar qué tanto me gustaría, pero no hay nada que pueda...no hay nadie que pueda, ni siquiera Dios puede.


Después de esa revelación Sam se había hundido en la depresión, nada le importó ayudar a las personas inocentes desperdigadas por el campo, poco los caídos, no fue consciente por un tiempo del dolor de los demás, de su padre, no le interesó quién arreglaba los detalles finales de una guerra que habían ganado y él sentía perdida.
Sin embargo se repuso por los que quedaban, por los que Dean le pidió que velara. De todas maneras los primeros meses fueron terribles. Dos meses en que levantarse costaba cada día más, donde cada acción llevaba un esfuerzo titánico, en los que se sintió vencido de tantas maneras que no creía ser capaz de despertar al día siguiente y entonces la sorpresa les golpeó las puertas de la vida.
Jo estaba embarazada, de alguna manera, saber que pronto tendrían un descendiente de Dean ayudó a que la herida cerrara un poco.
Cuando la pequeña nació fue como traer un rayito de sol a sus vidas moribundas, no quedaba tiempo para la muerte cuando la vida se ofrecía tan frágil. Al principio su sobrina sólo era una cosita pequeñita, rosada y con una pelusa muy rubia en la cabeza. Desde el mismo momento en que ella llegó al mundo Sam empezó a ir más seguido a la casa de Bobby. Ver a la pequeña alegraba los grises días del hombre, de todos ellos.
Tenía ahora cuatro meses y comenzaban a adivinarse sus rasgos, Sam estaba convencido de que sería igual a su hermano, o al menos lo esperaba, esperaba poder ver en ella algo del hombre que había dado todo por la seguridad del mundo. Recuperar de alguna manera aquello que ya nunca podría tener.
Detiene el auto frente a la casa, se queda un rato allí sentado, no hay ipod esta vez, no ha cambiado nada de esa chica, se reclina contra el asiento y acaricia inconsciente el colgante sobre su pecho y siente la nostalgia que lo embarga como cada día, no remite, no ha bajado en intensidad, simplemente está aprendiendo a vivir con ella a cuestas. Lo que su hermano hizo abrió un herida en todos ellos que nunca sería cerrada, sólo podía ser remendada.
Se encarama y dirige al hogar, no llama a la puerta ni se anuncia, el perro siempre presente no lo saluda más que con una mirada, no busca a los demás invasores de esa casa conocida, se dirige a una pieza en particular y allí la encuentra. Aún es muy pequeña, él jura que le ve unas pecas aunque le digan que es imposible, pero lo que nadie puede negar son sus ojos verdes, se dice que la mayoría de los niños nacen con los ojos azules, ella nació con los ojos formando dos perfectas esmeraldas.
-Creo que comenzaré a ponerme celosa si siempre la ves a ella primero.
Sam se vuelve con su sobrina en brazos.
-No se por qué, a ti no necesito decirte que he llegado, siempre lo sabes.
Se besan con la pequeña entre ellos.
-Vamos, tus padres y el resto nos esperan, hoy es una cena especial y mañana es Navidad.
-Mañana hará un año.
-Lo sé Sam.
-No sé cómo pasaré por ello.
-Yo te ayudaré, será difícil para todos pero sé con seguridad que Dean no nos perdonaría que no sigamos adelante.
-Llegaste a conocerlo bien, ¿verdad?
Ella lo mira dudosa de contar.
-Era como un libro abierto de emociones, quizás las ocultara a la vista, pero estaban bajo la primer capa de piel escapando por los poros, nunca he sentido a otro humano que tuviera tanto dentro de sí y no digo sólo dolor, pena o miedo, el amor – clava los dorados ojos en la pequeña a quien ama con locura – El amor dentro de él era tan incondicional, tan libre de ilusiones falsas, no pedía nada por él, lo quería, claro, pero jamás lo pediría ni lo obligaría, principalmente no creía merecerlo, se juzgaba tan injustamente y eso lo hacía más admirable.
-Ahora soy yo quien se va a poner celoso – lo dice con pena de la pérdida de aquello que se sabe cierto.
-Sam tu eres tan impresionante como él, Dean era así, esa su naturaleza, en cambio tú has tenido que luchar por ser quien querías ser, es muy loable buscar la mejor versión de uno y hacerse con ella, no hay muchos que sepan vencer lo peor de ellos mismos.
Volvieron a besarse y en esta ocasión la gorda protestó causándoles sendas sonrisas.
-Vamos, todos quieren verte.
Tuvieron una cena tranquila, en familia, Bobby aún no podía creer que pasara de vivir sólo a estar rodeado de personas las veinticuatro horas del día, tampoco se quejaba, ya estaba acostumbrado y aunque nunca lo reconocería el hecho de que ellos se quedaran probablemente le había salvado la vida. No se creía con fuerzas suficientes para sobrevivir la muerte de Dean, la circunstancia de su muerte. Siempre supo que el muchacho le había ganado el corazón, desde el primer día que lo vio llegar con su padre, trayendo en brazos a su hermanito como si fuera un ser de fino cristal con una mirada seria y diciéndole que no se preocupara, que del pequeño se encargaba él. Desde ese momento, pero no había sabido hasta ese día, trescientos y tantos días atrás, en qué medida lo había hecho, realmente lo consideraba como un hijo y de esa manera sentía la pérdida, como un yaga abierta y supurante que nunca se cerraría. De haberse quedado solo no lo habría superado, mira a todos los presentes rodeando su mesa y piensa que quizás ninguno de ellos lo habría hecho de estar separados.
Las siguientes horas serían más difíciles, por eso estaban ahí, para enfrentarlas juntos, como familia, sonríe al advertir que sus palabras se habían vuelto realidad de más maneras de las que creyó, la familia no terminaba en la sangre.

Era de madrugada, el día temido había empezado, Sam no había podido dormir nada y por ello escuchó el llanto de la pequeña, sin embargo ya se había calmado, él oía el tarareo de su padre, sonrió entre enternecido e irónico al reconocer la canción, después de todo ya sabía de dónde había obtenido Dean la costumbre de tararear rock pesado para calmar los nervios.
Se puso en pie y despacio se dirigió a la alcoba de su sobrina para ver la escena que seguro se dibujaría ante sus ojos, descubrir a su padre en modo cariñoso. Al entrar localizó al hombre del que sólo se veían los cabellos por encima de la gran mecedora, aún cantaba y se mecía lentamente.
Sam cruzó la pieza hasta estar frente a la ventana por la que se colaba la claridad del día que nacía, dando la espalda a la figura tranquila se movió hasta quedar a un lado y se volvió apoyando la espalda en la pared, dejando su peso acomodado para disfrutar de la vista. Lo que vio fue más de lo que nunca hubiera esperado, el hombre miraba a la niña como si no existiera nada más preciado sobre la Tierra, nada más exquisito ni perfecto, era todo amor, maravilla y sorpresa, como si tener esa vida en sus brazos fuera algo divino, imposible.
Sam se deslizó hasta el suelo sin notar las lágrimas que le surcaban el rostro, sin reparar que temblaba de la emoción, el hombre levantó la vista y la clavó en el caído, cuidando no despertar a la huésped de sus brazos se acercó hasta quien lloraba estremecido y se sentó junto a él, bien cerca, dejando que todo un lado de su cuerpo entrara en contacto con el otro, acomodó a la niña en uno de sus fuertes brazos y con el otro rodeó los hombros del hombre sollozante.
-Sabes Sammy, eras tan pequeño como ella la primera vez que te tuve en mis brazos, claro que me parecías más grande, pero no lo eras. Eras exactamente así, lleno de bondad y ternura, supe sin lugar a dudas que te protegería con la vida.
El hombre junto a él no podía dejar de llorar, por el contrario lloraba más fuerte causando pequeños ahogos. El otro lo atrae hacia sí y deja que la cabeza melenuda del ser sin fuerzas descanse en su ancho hombro y Sam purga su alma de dolor a cada lágrima.
-¿Sammy?
El hombre sólo asiente, no puede hablar o moverse más.
-¿Crees que podamos vivir como una familia ahora?
Sam busca las fuerzas para hablar y aunque la voz le sale cortada y sufrida la encuentra.
-Sí, creo que sí.
-Sammy...¡¡Eres tío!! - dice el otro en un susurro entusiasmado.
Entre las mejillas marcadas de lágrimas se forman los hoyuelos de una sonrisa.
-Sí, ¡lo soy!
El otro hombre se pone serio de repente.
-Dios Sammy, es tan pequeña, tantas cosas podrían salir mal.
Los hoyuelos se marcan más y los irisados ojos brillan con algo más que lágrimas.
-Nada saldrá mal, no mientras tu seas su padre Dean, nada saldrá mal mientras te tenga para cuidarla.
Una sonrisa perfecta, de esas que Sam deseó una vez que se vieran más en el mundo le es regalada.
-Gracias Sammy.
-No Dean, gracias a ti – la voz se le queda atragantada - Gracias por volver.
Sam no retira su cabeza de la fraternal almohada, Dean no retira su brazo de los hombros hermanos, ni a la pequeña de su pecho, así se duermen, así los encuentra John en la mañana. A John llorando en el piso encuentra Mary y así los encuentran Bobby, Jo, Selene y Adam.
Dos padres abrazados en el suelo, llorando mientras miran con amor al menor de sus hijos descansando a salvo apoyando su destino en su hermano y el mayor protegiendo, siempre protegiendo los sueños de sus niños.

***

-Sam.
-Dean.
-¿Cómo se llama mi hija?
-Castiel nos dijo lo que significaban las palabras que usaste para hacer tu acto de fuegos artificiales.
-¡Ah! ¿qué significaban?
-¿No lo recuerdas?
-Es un poco confuso todo eso, mucha luz y mucha información, no lo sé, no recuerdo bien.
-Cass nos dijo que las palabras vendrían a significar “Por Amor Entrego mi Alma”.
-Un poco cursi, ¿no crees?
-Así lo pensé, sí.
-Bien...Sam... ¿qué mierda tiene eso que ver con el nombre de mi hija?
-Alma, tu hija se llama Alma, Dean.

Continuará...


Ya sólo nos quedan las dos partes del epílogo. Besos :D


sábado, 16 de abril de 2011

Misión - Capítulo 27

Ya falta tan poquito para el final, que disfruten éste!!!



Capítulo 27


Había pasado el tiempo y con él se habían producido los cambios, tantos.
Después de que terminara la batalla el recuento de los caídos había sido doloroso, si se miraban los números la cuenta era de billones vivos, unos pocos miles muertos, pero los números eran impersonales, abstractos, fríos, eran mentales y las miles de muertes eran de amigos, de conocidos, de hermanos y dolían, se sentían más reales que billones de seres salvados, se sentían en el corazón. Tantos seres perdidos, William, Ellen, Caleb, Samuel y tantos otros que se volvieron sus amigos durante los meses previos a la guerra.
Los aliados se habían desperdigado con pasmosa precipitación, huyendo de aquellos que volvían a ser sus enemigos, un momento estaban ahí y al siguiente sólo había humanos y algunos ángeles.
El grupo restante realizó las ceremonias pertinentes, se dijeron las palabras apropiadas que de todas maneras no eran muchas ni les significaban nada, eran cazadores, conocían a qué iban y las posibles consecuencias, se lloró a los muertos, pero no se rasgaron vestiduras.
El regreso fue más que duro, fue casi antinatural, la mayoría volvió a la caza a lo que los había definido como personas, aquello a lo que se aferraron durante sus vidas previas.
Para Sam fue infinitamente más difícil, volvió, volvió por su padre, por su madre, por Bobby, por Jo por Selene, por Adam, porque se lo había pedido Dean. Pero no porque quisiera, lo hacía porque a pesar de todo su hermano había cumplido su promesa y él no podía ser menos.
No podía permitirse cometer los mismos errores, había crecido, madurado, era un hombre hecho y derecho y Dean la había robado la excusa de una acción diferente.
Así que regresó a su vida, disfrazó su dolor y de pronto comprendía más que nunca los silencios de Dean, sus sonrisas mentirosas, sus miradas encubridoras, era difícil, muy difícil seguir adelante cuando cada célula de tu cuerpo rogaba declaración de derrota.
Pronto supo que la caza ya era una parte de él así que siguió con su trabajo, nunca sería igual, pero era mejor que pasar el tiempo encerrado lamentando su pérdida.
Hasta eso había cambiado, de repente toda las acciones previas a la guerra habían incrementado el conocimiento de mucha gente sobre la realidad de la vida en ese planeta, lo suficiente para que los cazadores fueran respetados, vigilados, pero también ayudados por las fuerzas de la ley, no se metían con ellos en tanto lo que cazaran fueran criaturas sobrenaturales, de los que se descarriaban se ocupaban los cazadores mismos. Pero habían dejado de ser marginales lo cual ayudaba en mucho a la realización de su labor, era casi como vivir en otro mundo, uno en que no necesitaban andar siempre a escondidas, claro que los fraudes de tarjetas continuaban, que a veces se metían en problemas, sólo que era más sencillo salir.
Por otro lado la red que se creó entre ellos no se rompió y la casa de Bobby se había convertido de una vez por todas en una verdadera central de operaciones, era uno de los más viejos y expertos que quedaban, la gente confiaba en él, en sus conocimientos como confiaran una vez en las habilidades físicas e instintos de Dean.
A la vez esa casa se había convertido en más, ahora era el hogar de mucha gente, Mary no estaba de acuerdo con la resolución de Sam de cazar, pero ante la imposibilidad de cambiar su pensamiento había decidido que se mantendría cerca de él y de aquel que sabría todos sus movimientos.
John no se alejaba más que unos metros de su madre desde la muerte de Dean y Sam creía que estaba tan afectado que de no tener ese afecto cerca se habría levantado la tapa de los sesos de un balazo.
Jo se negó a marcharse y Mary no se lo hubiera permitido si hubiera querido hacerlo, al igual que a Selene, las dos jóvenes estabas solas en el mundo y su madre necesitaba gente a la que cuidar para no pensar en su hijo mayor. Sam también necesitaba a Selene, la necesitaba cerca para sentirse vivo y porque ella usaba su capacidad para ayudarlo a sobrellevar la pena.
Incluso Adam permanecía con ellos, había decidido seguir con sus estudios pero cada tanto se acercaba, era la única familia que le quedaba, se sabía aceptado a pesar de todo y había tenido que manejar mucha culpa hasta que pudo sentirse normal y bien consigo mismo. Sam no podía culparlo, Dean había intentado salvarlo desde un principio y sabía en su interior que jamás permitiría que alguien le dijera al muchacho que algo de todo eso era culpa suya, cuando él mismo se sentía mil veces más culpable.
Gracias a él y su conexión con Michael pudieron descifrar su salida de la jaula, contrario a lo que había creído Sam, Dios no tuvo nada que ver, de hecho había sido él. Cuando logró controlar a Lucifer la jaula ya no reconoció a aquel a quien debía mantener encerrado, el dato nada insignificante de que hubiera dentro un par de inocentes provocó que ésta se abriera, como si tuviera cierre de seguridad, el siguiente paso fue muy simple, el infierno es una dimensión que acepta sólo almas, espíritus a los que se dota de un cuerpo físico sólo tangible en ese lugar, cuando dos cuerpos humanos aparecieron en él de repente la misma dimensión tembló expulsando a los invasores. Michael tuvo entonces un pequeño inconveniente quedando entre dos sitios diferentes, cosa que Sam podría jurar no fue casual, porque fue suficiente para darle el tiempo a los humanos de preparar su frente de batalla.
Así había comenzado todo, con la muerte de Dean había terminado.
Hoy volvía a casa y era extraño pensar de esa manera, una casa, un hogar. Siempre que hacía ese recorrido, que transitaba esa ruta, su mente se llenaba de recuerdos y pensamientos que le nublaban la vista.
El Impala se desplazaba confiado, devorando asfalto a su paso firme. Tantas millas recorridas en él, horas, días, años, una vida. Una vida que continuaba, casi una año estaba por cumplirse de la muerte de Dean, sólo pensarlo le producía un incremento al dolor sordo que acarreaba a todos lados.
La suerte nunca había sido amiga de los Winchester pero pensar en la ironía de su vida actual era a veces demasiado, su hermano no solo había muerto, no sólo lo había dejado sin posibilidades de hacer nada para revertirlo, sino que lo había premiado dejándole una familia completa.
Recuerda los primeros meses, la furia, el dolor, la impotencia entrando en él al abrir los ojos y persiguiéndolo aún en pesadillas.
“Debes salvarlo o matarlo” le había dicho su padre a Dean, éste siempre dijo que encontraría la forma de hacer lo primero...y lo había hecho. Trescientos sesenta y cuatro días y ya tenía asumido que nunca volvería a sentirse completo, curioso que luchara siempre por una vida normal, por tener una familia y ahora que tenía todo eso extrañaba aquello que siempre había formado parte de él, quizás el que Dean estuviera siempre ahí había provocado que él lo diera por sentado, como si no hubiera posibilidad de que fuera de otra manera, y ahora, ahora que contaba con la presencia de una familia que lo rodeaba, él se sentía más solo que nunca.
De alguna manera creyó que nada se llevaría a Dean, incluso cuando fue al Infierno por salvarlo, él supo que de alguna manera lo recuperaría, cuando no estuvo con él durante una año supo que el día que lo necesitara estaría ahí, como finalmente había sucedido.
Pero ahora ya no sería así, nunca más, por toda la eternidad y eso dolía, dolía tanto que había ocasiones en que perdía la facultad de respirar, la voz para gritar, se ahogaba en ese dolor acuciante y nada podía hacer.
Recuerda las palabras de Castiel, las demandas, los gritos, las amenazas...


-Tráelo de vuelta Cass! - implora, ruega, demanda.
-No puedo Sam
-Tú puedes, sé que lo hiciste antes, que lo hiciste con Bobby.
Lo toma del peto y lo sacude.
-Sam – habla el ángel y aún el traumatizado hombre capta el dolor en la portentosa voz – Sam, no puedo, no hay nada que pueda hacer.
El hombre no quiere escuchar, no quiere excusas, quiere hechos, quiere a su hermano de regreso.
-No me mientas Cass o te juro que lo pagas caro.
De repente una espada aparece en la mano del hombre y amenaza sin miramientos al amigo.
-No lo entiendes Sam – el ángel no se perturba ni intenta retirar el arma de su garganta – Resucitar a alguien requiere autorización, pero aunque la tuviera no podría hacer nada.
-¿De qué hablas?
-Sam, lo que viste, lo que Dean ha hecho, no hay regreso de eso.
-No entiendo.
Ahora sí Cass retira la espada y toma al hombre por los hombros.
-Sam, mira a tu alrededor, ¿Qué ves?
Por primera vez desde que su hermano desapareciera Sam repara en el valle ante él. La batalla ha terminado, los demonios han sido exorcizados, los ángeles también, quedan en el lugar aquellos que lucharon junto a ellos y sólo algunos, porque los demás son personas que no reconocen el sitio en que se encuentran, shoqueados ante la escena de muerte ante ellos. Títeres de criaturas míticas recuperando su estado original.
Hay muertos, muchos, demasiados y Sam no sabe cuántos de ellos son amigos, ve a su padre que corre hacia él y eso le alegra un poco el corazón y es entonces cuando descubre algo más, se vuelve sorprendido y cuelga la mirada de Adam, un Adam que permanece de pie, estático con la sorpresa dibujada en el rostro.
-¿Adam?
-¿Sam?¿Qué pasó?
El cazador mira al ángel al mismo tiempo que su padre los alcanza
-No está, Michael no está.
-Ni Lucifer – informa Cass – Él los sacó, los mandó a cada uno a su dimensión, pero hizo más.
Sam con la mano en su pecho reconoce la verdad de esas palabras.
-¡SAM! - grita su padre en tanto lo toma entre sus brazos - ¿Hijo estás bien?
-Sí, sí papá, estoy bien.
John se acerca a Adam y también lo abraza, el muchacho no se siente capaz de reaccionar, no entiende lo que ha sucedido, recuerda todo, pero no lo entiende.
El hombre se vuelve a su otro hijo.
-¿Qué pasó con Dean?¿Dónde está?
-Dean hizo todo esto – interviene el ángel señalando el campo – Liberó a todas esas personas, acabó con la guerra y ésta no podrá empezar de nuevo, no por mucho tiempo al menos y tal vez nunca más en la Tierra.
Mira a los tres hombres en la colina.
-También se llevó a Michael y Lucifer, pero hizo más – concentra su mirada en el gigante – Quitó de tu interior la sangre de demonio.
-Ya...ya lo habían hecho antes, ¿no?
-No, no de ésta manera. Quitó la sangre primigenia, cada célula de la sangre de Azazel que estaba mezclada con la tuya ha sido extraída, estás limpio, como el día en que naciste, ya ningún demonio podrá usarte para sus planes.
Los ojos enrojecidos del hombre vuelven a llenarse de lágrimas.
-¿Cómo lo hizo?
Es sólo Sam el que habla, los demás escuchan.
-Usó su alma.
Un escalofrío recorre a Sam y John, saben que no son buenas noticias, si Dean está otra vez en el Infierno deben hacer algo y pronto.
-¿La vendió?
-No, lo que hizo va más allá de eso.
-Dios, Cass, explícate de una vez.
-Sam sabes que las almas son poderosas, son usadas para obtener energía, como moneda de intercambio. Para un demonio son como combustible porque al igual que la gracia de los ángeles, las almas humanas están hechas de la energía de Dios. Pero hay una diferencia entre las almas y las gracias, los ángeles reciben una energía determinada y siempre tendrán la misma a menos que Dios decida cambiar eso. Los humanos reciben todos la misma cantidad y su vida y acciones pueden provocar que ésta se pierda o se incremente. Eso es lo que estuve sintiendo en él estos últimos tiempos pero no me di cuenta.
-¿Qué cosa?
-¿No estuviste notando algo extraño en él, como si tuviera una energía que rodeaba a otras personas, que saliera de su interior?
Y sí, Sam había reparado en ese fenómeno y asiente con la cabeza.
-No es normal, pero bueno, ustedes dos no han tenido una vida normal. Las almas crecen pero rara vez se es consciente de ello. Las experiencias por las que pasó Dean provocaron que su alma fuera demasiado fuerte, tanto que su cuerpo no la contenía por completo, no sé bien cómo, cuáles experiencias son las que provocan que un hombre haga eso, quizás fue negarse a un arcángel o cumplir una promesa aunque le costara la vida. No se cuales son las decisiones correctas, pero morir y volver a la vida siempre hace mella en la energía de un alma, éstas no suelen hacer acto de presencia hasta que el cuerpo físico desaparece y se rompen los límites entre los espiritual y lo físico y, bueno, Dean es el hombre que más veces ha muerto y resucitado. Creo que inclusive su alma comenzó a comunicarse con él a través de los sueños, en ese sueño él sabía un secreto que le permitiría ganar, y pienso que finalmente descubrió cual era. Lo que hizo fue usar ese conocimiento – respira agitado - Deben entender que esto que hemos visto forma parte de un susurro de leyenda en la historia de nuestro tiempo, se decía que existía esperanza para la humanidad, que un hijo de Dios se las había otorgado y que llegaría el día que ellos podrían convertirse en su propia esperanza, las palabras que dijo Dean, eran la llave, nunca creí en esa leyenda, no era más que un cuento para mí, pero en él se contaba que Dios había dado las palabras y aquel que lo solicitara sería escuchado, sin embargo, aún de esa manera sólo un alma extraordinariamente fuerte podría haber causado lo que hemos visto. No sé bien cómo ha sido posible – en un gesto increíblemente humano pasa su mano nerviosa por la cara - Te digo que no puedo hacer nada porque Dean mismo no me ha dejado la opción, Dean abrió el cofre que mantiene encerrada un alma dentro del cuerpo, no es tangible, pero es real y él la abrió con esas palabras, la liberó y la usó – se mueve inquieto - No puedo hacer nada porque para resucitar a alguien debemos traer de vuelta su alma y Dean nos robo esa posibilidad, él usó su alma como arma, la quemó para terminar la guerra y salvarlos a ustedes, no ha quedado nada de ella para poder traerlo de vuelta.
Las implicaciones de lo que escucha aterrorizan a Sam.
-Por favor Cass, por favor dime que Dean está en el Paraíso, por favor.
El ángel se para firme ante el hombre, éste es testigo de las lágrimas que nadan en los azules ojos y sabe que el ángel no va a mentir, aún si le cuesta un mundo decir la verdad.
-No Sam, no está en el Paraíso, no está en ningún lado, su alma ya no existe, es como si Dean nunca hubiera existido, yo...yo quisiera hacer algo, de veras querría Sam, no creo poder expresar qué tanto me gustaría, pero no hay nada que pueda...no hay nadie que pueda, ni siquiera Dios puede.

Continuará...


Casi esta listo, espero que no me odien mucho :P


viernes, 15 de abril de 2011

Misión - Capítulo 26

Se me están cambiando los horarios de sueño y por eso publico a cualquier hora, lo siento!!! Como sea, les traigo el nuevo capi!!
Me gustaría que me dijeran qué piensan de éste, pero además, tengo un secreto que confesar. Mientras escribía la historia, también la publica por otros lados, resulta que estaba yo tan ansiosa de escribir el final que olvidé agregar un detalle...¿quieren que lo ponga en ésta versión o lo dejo como quedó en el original? Ustedes deciden.



Capítulo 26


Oscuridad, silencio, no era más que su interior, vacío.
Ese era él, ese su ser, podría andar una eternidad y no encontraría nada. Porque lo había querido así, ¿acaso no lo sabía una parte de él?.
Lo sabía.
Lo sabías desde que Sammy se fue en un viaje sin escalas al infierno y en lugar de volar la tapa de tu cerebro como deseaste cumpliste la promesa aceptada, porque él lo pidió, porque él es todo lo que tu llegarás a ser y no puedes renunciar a eso, aún cuando no seas más que el eco sin percusión de un estúpido pedido sin sentido. Por qué, ¿qué sentido tenía pedirle a un hombre muerto que siguiera viviendo?, el simple hecho de que ingrese aire a tus pulmones no te hace pertenecer a la categoría de vivo y tú hace mucho que has dejado de hacerlo.
Un año viviendo en la muerte, un año en que regresa la esperanza vestida de hermano, la nueva guerra, el nuevo cometido, el nuevo papel otorgado y tu disfrazas tu vacío con sarcasmo y sonrisas deslumbrantes, abrazas, besas, alientas, hasta das discursos e incluso amas, lo haces sólo por una razón, has soñado durante meses con el secreto de la victoria, uno que se te escapó por un tiempo, pero entras a la batalla con el conocimiento fresco en la lengua, palpando con la esquina de la inconsciencia un significado mayor, uno que no sirve de nada si tu hermano vuelve a dejarte.
No sirve, no sirve, no sirve, no sirve, no sirve, no sirve, no sirve...
Nada sirve si tu hermano no está a tu lado o en el mundo a salvo.
Porque luchas por él, que nadie se olvide que lo haces por él, para darle una vida, para acercarle paz, tranquilidad, felicidad...libertad.
Que no olviden que no es por ti, a ti no te importa qué pasa contigo, nunca te importa. Hace tiempo asumiste que tu vida está ligada a la de ese hombre, ni siquiera recuerdas cuando, si lo hicieras sabrías que elegiste tu camino hace ya muchos años, que no lo hizo tu cabeza, lo hizo tu corazón. Los destinos se entrelazan, pero Dios no deja sin esperanza a nadie, ni siquiera a un pequeño que apenas pronuncia palabra en cuyas venas corre salvaje la maldición del demonio, es posible que nadie lo entienda, que tu no lo entiendas, pero a veces la esperanza se viste de dorado y verde, salpicada de pecas y de escasos seis años de edad, a veces, sólo a veces, cuando uno está a las puertas de la muerte se te concede la posibilidad de la elección, ¿te vas con tu madre o...?, y el ser que pregunta nunca escucha la respuesta, la ve reflejada en un acto, cuando el niño de grandes ojos esmeraldas no lo piensa un segundo antes de correr a sostener a aquel que sólo conoce una palabra y la repite como una oración sagrada y en la noche sólo se escucha el eco del mantra bañado de llanto necesitado “De, De...Deeeeeeee”
Es tu misión proteger y la asumes desde tu infancia, cuidas, enseñas, marcas el camino, nadie te da la fuerza, por eso se te elige, porque tú haces esa fuerza, la moldeas, la obtienes aún cuando la creías agotada porque tu misión es demasiado importante para ti, es mantener a salvo un alma bondadosa contaminada de destino.
No lo sabes, no con tu mente, pero lo sabe tu corazón, lo sabe tu propia alma y es así como tu vida se convierte en la vida del otro. Y sólo eres capaz de ser si el otro es y existes si el otro existe. Porque sus almas se juntaron, distintas, fuertes, únicas, hermanas. Pero la misión no es del pequeño, es tuya, es tu misión salvar y en un sueño encuentras la respuesta y en la locura encuentras las palabras y estas se forman en tus labios, las saborea la lengua y salen libres desde el aire de tus pulmones, suenan claras en el campo de batalla, calan hondo en oídos sensibles, son palabras sagradas, dichas sólo una vez antes pero nunca usadas.
Las palabras suenan y se extienden, son escuchadas y aquello que ofrecen es aceptado porque las palabras son la llave del cofre de la única gracia que queda guardada, la caja se abre y la esperanza flota, la oscuridad se vuelve luz blanca, la sientes crecer en el pecho cálida, poderosa, sabes lo que das, ahora sí, hoy sí, hoy lo das todo, das lo último que te queda, aquello que te ha mantenido de pie cuando deberías haber estado implorando en el suelo, es el último paso, la última acción que asegure tu misión, esta vez la cumplirás, SALVARÁS, no sólo a quien motiva tu acto, salvarás aquello que siempre estuvo destinado a ser resguardado, porque tu misión tiene nombre, tu cumples con ella, tu misión es esperanza.

***************************

-¡¡DEAN!! - grita desesperado John cayendo junto a su hijo, toma su cabeza y la levanta, le rompe el corazón el rostro desgarrado que observa sin entender de qué se trata.
-DEEEAANN! - gritan otros y se apersona Castiel junto a Christian.
Las palabras salen de los labio deslucidos, las escuchan claras, reverberan en un eco hermoso.
-BAGLE MONONS OL DLUG OZ GAH.
Castiel da un paso atrás entre sorprendido y asustado.
-¿Qué es? - exige saber el padre -¿Qué dijo?
El ángel lo mira con los ojos abiertos desmesurados.
-Es enoquiano, el dijo…
No tiene oportunidad de completar la frase. Del hombre caído a sus pies comienzan a manar haces de luz, antes de lograr ponerse a un lado Dean ha desaparecido, pero un brillo captado por el rabillo de los ojos les dirige la mirada al lugar donde aparece y son testigos de la escena que saben ha provocado la expresión que han visto en ese rostro.
Michael está impulsando su espada y se le dibuja una sonrisa de victoria mientras los ojos se le anegan en lágrimas, está a un movimiento de matar a su hermano, no lo duda, él cumple sus órdenes, la mortífera arma comienza su descenso mientras el ser a sus pies cubre con los párpados los tristes ojos.
El metal está a nada de hacer contacto con la carne odiada cuando su andar es detenido en seco.
El arcángel mira con desconcierto al ser frente a él sin entender cómo es posible que ese humano interfiera nuevamente en sus planes, por una vez siente el impulsivo deseo de aplastar a esa cucaracha.
Una parte del castigado cerebro de Sam registra el retraso y vuelve a levantar los párpados para encontrarse con la espalda ancha de su hermano.
-¡Dean! ¿Qué...?
Se interrumpe cuando advierte que éste ha detenido a Michael, se pone de pie con premura y se coloca a su lado para verlo mejor y lo que ve le hace perder una latido del corazón.
Es Dean, pero no se ve como siempre, su piel tiene un resplandor que la recubre, más dorado que nunca, parecía refulgir, pero son sus ojos lo que lo dejan estático. Los verdes lagos de su hermano se mueven, no el globo ocular que mantiene fijo en los celestes de Adam, es el iris, parece fluir, arremolinarse sobre sí mismo y fluctuar en diferentes direcciones.
-¿Dean?
Pregunta con suavidad y ni Sam ni Michael advierten que la batalla se ha detenido, ninguno repara que tienen sobre ellos tres las miradas de todos los soldados de esa guerra.
El arcángel intenta desasirse del agarre y comprende que la mano que lo sujeta es tan fuerte como un grillete del material de sus espadas, lo intenta una vez más y ni uno de esos dedos dorados lo registra.
-Dean, ¿qué sucede? - insiste Sam al borde de un ataque de histeria.
Su hermano rompe la mirada estática que mantuviera y dirige los extraños ojos hacia él.
-Sammy – sólo una palabra acompañada de una sonrisa.
-¡No! – tuerce el menor poniendo una mano sobre la que el mayor usa de esposa – ¡No Dean, sea lo que sea, por favor, no lo hagas!
Sabe que está rogando y no le importa, porque ha reconocido esa mirada, la ha visto antes, un par de veces, es la que le dirigió su hermano cuando supo que su corazón no resistiría mucho tiempo, igual a la que puso justo antes de que un hellhound lo desgarrara en tiras enviándolo al Infierno. Es una mirada resignada de aceptación, de tristeza, de amor.
-¡No Dean, por favor, por favor Dean, no lo hagas, no...no lo hagas! – se le quiebra la voz entre lágrimas derramadas mientras un arcángel no se entera de nada.
-Sammy...Sam – insiste el mayor cuando el otro no le devuelve la mirada – Sam – su voz es grave, amable, más suave que nunca, el menor levanta la vista y la cierra sobre la de su hermano – Cuídalos Sam.
Sam siente su corazón romperse en pedazos, no puede hacer nada, lo sabe, conoce a su hermano, sabe de qué le habla, lo sabe porque ese es Dean y Dean sólo se preocupa por pocas cosas, su familia, amigos y su chica de cuatro ruedas.
-No... – ruega aunque lo sabe inútil ante esa expresión decidida.
Dean usa su mano derecha y la pone con cariño sobre el hombro de Sam, mira a los dos hombres frente a sí y se vuelve a concentrar en quien ha sido su hermano del alma.
-Diles que los amo, a todos...yo... - se le escapa una lágrima – Lo siento Sammy.
La luz en torno a él brilla a cada instante con más fuerza, parece empezar en su pecho y extenderse por cada célula de la piel, sigue aumentando hasta que comienza a doler el contemplarla, pero a Sam no le molesta porque ya no puede ver entre las lágrimas.
-Dean... - lo dice por decirlo, por nombrar a su hermano quizás una última vez.
En un impulso nacido del corazón el mayor suelta a Michael y rodea en un abrazo fuerte al gigante. El menor se deja sostener entre esos brazos, igual a cuando era un niño asustado y encontraba en ellos todo el consuelo y cariño que necesitaba.
-Te amo Sam, no lo olvides.
Dean se separa y aleja unos pasos, aunque Michael quisiera huir no puede hacerlo, se siente clavado al suelo, pero tampoco quiere, algo lo impulsa a permanecer ahí, quizás sea el entender que se encuentra frente a un hecho especial, quizás frente al motivo de que su padre ame tanto a los humanos.
El hombre es rodeado por la luz hasta convertirse en una bola incandescente de energía, ésta gira, rota sobre sí misma incrementando su fuerza, todos los guerreros en cada esquina del campo de batalla sienten en su piel el poder de esa esfera que crece dentro de un espacio inmaterial, aún invisible parece verse una pared que la contiene que se expande y contrae como un latido.
Crece en su insustancial esencia hasta que su contención cede en una explosión fulgurante, la fuerza es tal que recorre todo el valle, encuentra intrusos en cuerpos prestados o robados y los rechaza sin causar daño, se cuela entre dimensiones, toca el Cielo y el Infierno, recorre distancias cabalgando veloz, sin tiempo, se acerca a heridos y a amigos, una parte se separa y se permite una única visita personal.
Ingresa furtiva a una casa antigua, roza con su singular presencia a un hombre sentado en un silla con un revólver en la mano y una bala en el bolsillo de la camisa. Busca la escalera y encuentra en su camino a una amiga, ésta le mira, sólo un segundo antes de cerrar los ojos angustiada, sube los escalones silenciosa y se detiene ante la figura de una mujer añorada, le acaricia los cabellos, se disculpa y sigue su camino, encuentra entonces a otra mujer, una joven, una que se ha dormido con el rastro de lágrimas en las mejillas, recostada con su espalda apoyada en la puerta trabada desde afuera, se acerca a ella y con ella se queda.
La luz desaparece, se extingue y los guerreros abren sus ojos con la esperanza de descubrir lo sucedido, Sam los imita, mira desesperado hacia donde debería estar su hermano pero allí no hay nada, se moviliza hasta el sitio exacto donde se encontraba hasta unos segundos Dean y descubre un objeto que brilla entre las hierbas, se inclina a recogerlo, es tomarlo entre sus dedos y sentir que el mundo se le viene encima, porque eso no debería estar ahí, porque eso significa más de lo que entiende, porque lo sabe un perdón que pidió muchas veces y ahora reconoce con certeza que se le ha concedido, pero también porque significa amor y adiós en una sola palabra.
Lo estudia con los ojos abiertos en ríos salados, lo aprieta en un puño y ya no hay nadie quien contenga el dolor del hombre que se rompe frente todos y llora desgarrado su pena mientras grita desesperado la injusticia y allí, entre sus manos, se anida cálido y en señal de afecto el colgante de su hermano, el que creyó perdido en un momento de desesperanza, el mismo que le regalara hace mucho tiempo cuando descubrió que Dean era quien cumplía las promesas, se pregunta si es casualidad que hoy también sea Navidad.

Continuará...


Besos a todos!! :)