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domingo, 13 de febrero de 2011

Dean, MI hermano: Capítulo 2

Hoy les traigo el segundo capítulo de éste fic y las cosas siguen en la niñez de nuestros protagonistas, pronto será más intenso, se los prometo!!!

Pertenencia

Sam no le ha contado nada a Dean, no se atreve a hacerlo, ya ha tenido suficientes miradas de tristeza y desilusión por parte de su hermano, en estos momentos no se siente con fuerzas para soportar más. Aun así lo sucedido la noche anterior lo tiene asustado y preocupado, están recostados y él no está seguro de querer dormir, tiene miedo de revivir la experiencia anterior, siempre quiso saber cosas de su hermano, de su vida, su pasado, pero esto le parecía casi una violación, no le gustaba. Sin embargo sus deseos personales no tenían nada que ver con esto, ni con el sueño, porque el cansancio lo rondaba, los párpados le pesaban toneladas y los ojos le ardían de forzarlos a estar abiertos, finalmente Morfeo lo venció y cayó dormido.
Fue despertando lentamente y reconociendo el lugar, otra vez no era la habitación correcta, tampoco era un jardín. Estaba en una casa, desde la sala en la que se hallaba no acertaba a adivinar exactamente dónde, pero no era la casa de su niñez. Mientras estudiaba el lugar reparó en una joven que dormía en el sofá, lo que lo extrañaba era no ver a su hermano, si había supuesto correctamente sobre su nueva y extraña capacidad para entrar en los sueños ajenos esperaba que ésta sólo se limitara a las personas cercanas a él, no deseaba empezar a soñar con los felices recuerdos de completos desconocidos. Comenzaba a entrar en pánico por esta posibilidad cuando reparó en una carita pequeña que se escondía detrás de los barrales de la protección de la escalera. Ninguno de los dos habitantes repara en su presencia y él estima que no pueden verlo ni sentirlo, un observador inescrutable. 
El ruido de un motor potente y conocido le hace desviar la mirada, es el Impala y de él desciende su padre, por un momento lo recorre el impulso de correr hasta él y abrazarlo pero sabe que no serviría de nada. Se mantiene erguido y estático allí donde apareció. John pasa por delante de la ventada desde la que él observaba y entra en la sala, la chica que debía ser la niñera ya tiene listas su cosas para marcharse.
-Buenas noches señor Winchester, los niños duermen, el bebé tiene un poco de cólico pero nada serie, Dean ha estado a su lado hasta que el sueño le ha ganado la partida.- habla con voz dulce e intentando poner humor en las frases, John no parece reaccionar, el rostro de la joven se mueve entre la tristeza y la desaprobación. - Hasta mañana- no espera respuesta y se marcha.
Su padre camina hasta el sofá antes ocupado por la niñera y por primera vez Sam advierte su andar inseguro, está borracho, la furia entra en él sin previo aviso, sabe que su padre sufre, pero en esa casa hay dos niños pequeños y el señor está ebrio. Se desploma en el sillón y relaja la cabeza, unos segundos después está completamente dormido.
Sam escucha un suave sonido y vuelve la cabeza hacia él, Dean está bajando la escalera y camina silencioso hasta su padre, aún es un pequeño niño, su madre debe llevar escaso tiempo muerta, pero no parece estar intentando llamar la atención del padre, todo lo contrario, hace todo lo posible por no despertarlo, llega hasta el hombre inconsciente y saca algo de la silla contigua, Sam repara que es una manta, el nudo de su garganta de la noche anterior vuelve con fuerzas renovadas, el pequeño desdobla la tela y la extiende con trabajo sobre el ser destruido que es ahora su padre. No dice una sola palabra, lo cubre hasta la cabeza, lo mira unos segundos y deshace el camino andado.
Sam decide seguirlo y sube detrás de él, esperando ver el cuarto en el que duerme su, momentáneamente, hermanito pequeño. Dean abre una puerta intentando no hacer nada de ruido y se desliza dentro de la habitación, allí hay dos camas en una de ellas se adivina un bultito pequeño que Sam entiende es él mismo, el bebé se remueve y el niño se acerca a él de inmediato.
-Shhh!! Sammy, no hagas ruido que papá está descansando- se mete dentro de la cama y lo abraza.
El bebé aún se mueve un poco inquieto hasta que el mayor le acomoda la cabeza para que descanse entre su hombro y el pequeño pecho, pareciera que “Sammy” está acostumbrado a dormir de esa manera porque se relaja y empieza a respirar acompasadamente.
-No te preocupes Sammy, ya estoy aquí. Yo voy a cuidarte- dice un niño de sólo cuatro años que mira el techo con ojos tristes bordeados de lágrimas que no libera mientras tararea “Hey Jude” porque no se sabe la letra.
Sam regresa al piso de abajo, no sabe porque no ha despertado aún pero tampoco le importa, sentiría despierto la misma angustia que sentía allí adentro. Se detiene frente a la ventana y allí espera hasta que el sol comienza a salir en la distancia. 
Escucha de nuevo el sonido en la escalera y esta vez sabe que es su hermano bajando, el ruido despierta a su padre que ha dormido toda la noche en el mismo lugar, Dean se detiene sin estar seguro si seguir o volver, Sam ve el reflejo en el vidrio, ve a su padre despertar y notar la manta que lo cubre, ve como éste se gira hacia quien le ha sacado del sueño y ve como los ojos de su padre y hermano se encuentran. En este punto se vuelve a verlos, quiere saber qué pasa, piensa que por esto está aquí.
Observa al niño y ve en sus ojos una mirada serena, observa al padre y constata cómo la tristeza le inunda junto con la culpa, ve a esos ojos tan conocidos llenarse de lágrimas. Su padre entierra la cabeza entre las manos y rompe a llorar desconsolado, Dean se mueve rápido y en segundos está parado frente a John, éste lo nota y le dirige la mirada y el pequeño niño no se mueve, no llora, no habla, hasta que el padre no puede soportarlo y lo abraza con fuerza, cayendo de rodillas al piso y llorando.
-Lo siento Dean, lo siento hijo- dice con la voz pastosa.
Dean le rodea el cuello con sus bracitos y ahora sí llora.
-No importa papá, yo también la extraño- declara 
Y ambos se quedan allí juntos, abrazados, llorando.
Sam despierta y puede sentir la silenciosa lágrima que se le escapa, se vuelve hacia su hermano, pero éste sigue descansando, el menor se siente aliviado, no quiere explicar porque llora mientras duerme. Se limpia la solitaria lágrima incorporándose en la cama, otro momento secreto de Dean, pero este no ha sido feliz.
La desolación de lo que acababa de experimentar lo dejaba acobardado, su hermano era un niño, tan sólo un niño y de alguna manera tuvo que hacerse cargo de un adulto y un bebé. Por primera vez entendía por qué Dean siempre había querido tenerlos a los tres juntos, Sam no lo sabía antes, pero ahora sí, ahora podía ver el porqué de esa obsesión por mantener unida esa familia. Era porque esa familia había sobrevivido gracias a Dean, porque esa familia era producto de su esfuerzo, porque esa familia le pertenecía a Dean.


Continuará...

Espero que les haya gustado y aunque no sea así me gustaría que me dejaran su opinión!

Besos y Buena Suerte!!

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