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martes, 19 de abril de 2011

Misión - Capítulo 30 - Epílogo final

Señoras, señores...EL FINAL!!! Es así, hoy les hago entrega del último capítulo de éste fic, desde que lo terminé no he vuelto a escribir otro tan largo, fue toda una experiencia y pasé muchas cosas mientras lo hacía, realmente lo amo y me ha recompensado con varias amistades. Éste es un mundo loco, pero también hermoso.

Sin más divagaciones...el capítulo final:


Epílogo
Segunda parte



Una década, diez años, ciento veinte meses, tres mil seiscientos cincuenta y tres días, sí, lo había contado todo, lo había hecho porque cada día despertaba temiendo que fuera un sueño, que el destino se le cayera encima de nuevo. No podía evitarlo, años viviendo con la sensación constante de peligro no serían dejados a un lado por ochenta y siete mil seiscientas setenta y dos horas de felicidad.
Estaban todos reunidos en la casa de Bobby, como siempre. No que no tuvieran sus propias casas, las tenían, ahí, a cincuenta metros de distancia, “El barrio Winchester” le habían dado en llamar otros cazadores. Pero era noche buena y toda la familia estaba junta de nuevo y el lugar era ese. Sólo pensar en eso hacía que Dean quisiera correr a cada una de las habitaciones y comprobar que era cierto o un sueño.
No corría, pero igual hacía lo que sus entrañas le exigían, controlar,.
Se dedicó a realizar esa actividad que repetía cada día, recorrió cada parte de la casa, sin hacer ruido, manteniéndose en observador de la actividad desenfrenada. La primer parada fue la cocina, todas las mujeres estaban juntas controlando los detalles finales de la cena de acción de gracias.
Su esposa estaba allí, hermosa, radiante, se habían casado cuando Alma cumplió su primer año de vida, recuerda estar parado ante Jim y pensar que ese no podía ser él, que no podía estar a punto de dar el sí frente a su familia, en una iglesia. La indecisión duró hasta que Jo le dio un coscorrón, la miró directo a los ojos y sonrió desde el corazón, “Dios – pensó – Amo a esta mujer loca”...y se casó.
Su matrimonio era como una montaña rusa de sensaciones, Jo podía ser dulce como la miel o sacarse una versión propia de Ellen de dentro que le hacía preguntarse si no era posible que tuviera en alguna parte un pedazo del alma de su madre. Su vida de casado era muchas cosas menos aburrida y él era feliz porque ella le daba tranquilidad, alegría y otras cosas que mejor no recordar, estaban por cenar en familia y no tenían tiempo de estar a solas.
Su madre sacaba el pavo del horno y él detiene la mirada en ella, cada día da gracias de tenerla con él, cada día. No ha sido fácil para Mary aceptar que sus hijos quisieran seguir con su antiguo trabajo pero lo había hecho y era jodidamente encantador que los llamara a él y Sam para desearles los buenos días, tanto si estaban a metros de distancia como al otro lado del país.
Esparciendo el adobe con cuidado sobre el ave destinada como cena se encontraba Selene, la muchacha sabía que él estaba ahí, siempre sabía esas cosas, pero no decía nada, reconocía ese ritual de su hermano político y no podía negar que, a pesar de venir del miedo a perder esa realidad, lo adoraba. Esa rutina de Dean la hacía sentir como una princesa, un tesoro valioso que debía ser custodiado junto con todas las cosas buenas de la vida. Para ella que había perdido a toda su familia desde pequeña saberse querida era suficiente, pero que su marido y cuñado dedicaran parte de su tiempo para asegurarse que estuviera allí con el resto, a salvo, protegida y real, eso le llenaba el alma.
Dean la quiere, es su cuñada, su hermanita, como suele decirle y se lo dice porque sabe que ella necesitaba algo así. Con esa mujer cerca no puede haber muchos secretos pero no importa, ya no le quedan muchos de esos y ella hace tan feliz a Sam que aunque los tuviera de a puñados no le importaría que siguiera ahí.
Condimentando la ensalada está la nueva adquisición, Nessa, la novia de Adam. No la conoce mucho y todavía la tiene bajo inspección, parece bondadosa y tierna pero él prefiere no guiarse por las apariencias así que por ahora se guarda su juicio, espera que sus instintos no estén fallando y esa chica le dé a su hermano pequeño lo que el resto de la familia ha encontrado.
Sigue su camino y se detiene frente a la oficina, el lugar ha sido remodelado y ahora es enorme, decorado del piso al techo con estanterías repletas de libros, miles de ellos. Su padre y Bobby están juntos estudiando un caso, le tiemblan los hombros de diversión al verlos, los dos son hombres de ideas firmes, distintas ideas, cada dos por tres se pelean, se gritan, insultan, amenazan. Minutos después están trabajando otra vez. Se entienden, a su particular manera, con algún martillaje de escopeta de por medio en alguna ocasión, pero entendimiento al fin.
John no quiso regresar a la caza y Bobby ya estaba un poco mayor así que ambos ayudaban desde ese lugar, a todos los cazadores que conocían, incluso preparaban a los novatos.
Su padre había encontrado cierta paz y Bobby era feliz con todo el mundo dando vueltas por ahí, la casa llena de ruidos y risas. Dean le insistía que debía buscarse novia pero el viejo cascarrabias le decía que no necesitaba consejos románticos de alguien que era vencido por su pequeña esposa y un cucharon, recuerdo que el hombre no perdía ocasión de refrescar al más joven.
Encontrar a Sam y Adam nunca era tarea complicada, siempre estaban afuera, sentados en el porche hablando de cosas serias según Dean. El menor se había identificado más con Sam, con su experiencia en la universidad y sintiendo que no encajaba en la familia. En tanto el gigante se había comportado con auténtica amabilidad y le había introducido poco a poco en la loca vida que tenían. Una vez que Adam se terminó la carrera de medicina se mudó cerca de ellos, con la consiguiente ventaja de tener un médico calificado para atender esas heridas que mejor no llevar a un hospital, el pobre muchacho estaba cubierto de trabajo.
Dean mira a su hermano, al otro, al que es más que padres y sangre compartida. Sam ha cambiado, en muchos aspectos ha vuelto a ser el joven que encontró en Palo Alto y él no puede estar más feliz. Hay una bondad recuperada en los cambiantes ojos de su hermano, ha aceptado sus penas, sus culpas y ha seguido adelante, sinceramente más orgullo por su hermano no le cabía.
Seguían trabajando juntos y por suerte el trabajo no era lo que antes, varios cazadores seguían siendo huraños solitarios, pero ahora podían contar con otros, existía más confianza entre ellos, camaradería. Era un mundo viejo y nuevo a la vez, mejor.
El recorrido continúa y va en busca de la ternura de la casa, de la cuota de inocencia que ilumina sus días. La encuentra en una de las habitaciones semi abandonadas de Bobby, lugar ideal para descubrir pequeñas cosas que refuercen la alegría de los juegos. Allí están los niños, todos ellos perfectos, sus hijos, sus sobrinos.
Alma lo descubre espiando por un lado de la puerta, ella siempre sabe cuando él anda cerca, a veces piensa que se ha contagiado de Selene, Cass dice que es porque compartieron mucho mientras era gestada, Dean espera que sea sólo amor, no quiere que su niña sepa nada de lo que hay escondido en su alma.
La pequeña se arrima y él puede ver en esos ojos tan verdes como los propios el asomo de la tan temida mirada de pedido, la misma que había visto miles de veces en otros iris, unos irisados, la mirada de cachorro abandonado estaba en los genes y a veces pasaban de tío a sobrina.
-¡Papá! ¡Cuéntanos un cuento!
Habla ella y los tres entretenidos jovencitos del lugar se vuelven a verlo, haces de colores se clavan en él, cuatro pares de ojos implorando a la vez. ¿Qué hombre puede resistir ese chantaje? Ninguno, pero puede disimular.
-Yo no sé contar cuentos – dice serio.
-Sí que sabes papi – asiente enérgico Will con toda seriedad, su pequeño hijo es tan parecido a su hermano en carácter que a veces cree lo cambiaron al nacer, cosa que podría ser cierta puesto que él y Jess, la mayor de los hijos de Sam nacieron el mismo día, si no fuera que la pequeña era una copia exacta de Selene en miniatura, él presentaría querella, pero no tenía esa suerte. Will era sin dudas hijo suyo, rubio como él, grandes orbes castañas le miraban ilusionadas, su hijito, de apenas seis años, tan condenadamente igual a su enorme hermano que no podía más que rendirse ante sus ruegos.
-¡Por fis tío De! – claro, Jess no podía quedarse afuera, si era casi la sombra de su hijo, a dónde Will iba...Jess iba, un pequeño dúo dinámico, Batman y Batichica.
Mira al pequeño de la familia esperando su intento. Tiene apenas dos años y lleva a la familia de las narices, su madre jura que cuando sonríe luce igual que él cuando era así de pequeño, Dean no se acuerda. Pero el cabello castaño y los ojos irisados son cien por cien Sam. El botón que apenas sobresale del piso se acerca con pasos inseguros y le tiende los bracitos.
-Tiito...¡pod fiz! – ni siquiera sabe lo que pide, pero es muy convincente.
Alma sonríe y las pecas de su naricita se iluminan hasta brillar, él no puede contener el amor que siente y le responde con una mueca de rendición.
-Entonces...¿alguna historia de caza? - les pregunta con su pequeño sobrino acomodado entre sus brazos.
-No papá – le dice seria su hija – La de la niña corazón.
No le sorprende, ella siempre pide la misma.
-¡¡Pero si ya la saben de memoria!! ¡¡Hasta Cal se la sabe!! - aventura Dean sacudiendo suave su carga.
-¡Pod fiz! - repite el pequeño como si fuera una respuesta condicionada a su negativa.
Ojos implorantes, muchos ojos.
-Bien, bien, de acuerdo – se dirige hasta el sillón que domina la estancia – ¡A ocupar sus puestos!
Lo hacen corriendo, atropellándose unos a otros hasta conseguir formar una diminuta audiencia en media luna.
-“Erase una vez, hace mucho, mucho tiempo, un ser que cayó del cielo con una misión especial, encontrar una razón para dar esperanza a la humanidad. Él era un ser que lucía como un hombre ordinario pero no lo era...”

Sam escucha a lo lejos la voz grave de su hermano, sigue el sonido esperando encontrarlo para ocupar sus puestos en la mesa y lo hace. Dean está en un sillón con Caleb en brazos que mira con grandes ojos a su tío mientras se chupa el dedo gordo, observa los labios del hombre al moverse siguiendo cada parte de la historia aunque no la entienda. El resto de los niños están sentados como indios, con los codos sobre las piernas y las caras apoyadas en sus manos. Concentrados, dejándose llevar por la voz melodiosa que los envuelve.
Muchas veces le han dicho que su hermano les contaba cuentos a los niños, suponía que lo habría hecho con él mismo cuando era pequeño, pero nunca ha sido testigo de esa rara costumbre.
Se detiene en la historia y no la reconoce.
-“Kannan tuvo dos hijos varones, al mayor lo llamó con su nombre y al pequeño con uno que dignificaba a su amada madre. Samey fue el nombre de la niña corazón y Shem se llamó el menor de sus nietos...Shem y su hermano mayor eran in-se-parables, se decía que habían llegado al mundo con la misión de proteger a la humanidad, se decía porque se dedicaban a cazar criaturas que tenían especial interés en hacer daño a los hombres – Sam piensa que su hermano les está contando una versión retorcida de sus propias vidas – Una de esas criaturas se juntó con un bruja para realizar un hechizo de separación y muerte que le permitiera vengarse de los hermanos, fue un conjuro poderoso, uno que atravesó la tierra y el tiempo. Los hermanos viajaban en un barco vikingo cuando una gran tormenta se desató en el mar. La nave fue destruida y sólo hubo dos sobrevivientes, Shem y Kannan, pero el hechizo era de separación y muerte, así que ambos hermanos llegaron vivos a la costa, pero a diferentes costas y creyeron que el otro había muerto. Vivieron sus vidas con la pena de la pérdida colgada del alma, tuvieron grandes familias y le dieron al mundo muchos descendientes, todos ellos se dedicaron a proteger a la humanidad, pero al momento de sus muertes sólo quedó colgando de sus labios el nombre de su hermano perdido tanto tiempo antes. Las dos familias se extendieron por el mundo sin tocarse nunca, pero la leyenda dice que llegará el día que vuelvan a juntarse – Dean mira a los niños y extiende el momento – Dice así Entonces, un día, un descendiente de kannan y un descendiente de Shem se encontrarán y formarán una familia, dos hijos varones nacerán de esa unión y recaerá sobre sus hombros el destino de la humanidad, de la misma manera que lo hiciera sobre sus antepasados Samey y Kannon-el. Sólo el amor tendrán como arma y si vencen romperán el hechizo que les obliga a la separación y muerte y de esa manera podrán sus almas ser lo que han sido desde el principio de los tiempos, hermanas – Dean termina las historia y estudia a su público, nunca entenderá por qué, pero los niños se quedan maravillados escuchando ese cuento tonto.
-Pa...- Dean mira a su hija - ¿Qué significan Kannan y Shem?
Dean rueda los ojos, claro que tenía que preguntar algo así, siempre hacía preguntas que lo tenían días averiguando respuesta. Seguro terminaría siendo investigadora de algún tipo con el afán que tenía por saber el por qué de todas las cosas. De repente se le ocurre que su hija deberá elegir un día una profesión, todos ellos, no los imaginaba como cazadores, no esperaba eso para ninguno de ellos y estaba seguro que Sam tampoco, pero no sería su decisión y se convence en segundos de que aceptará lo que sea que sus hijos quieran ser, él sólo los preparará para que pueden elegir.
-Kannan significa Oficial de la Iglesia y Shem Escuchado por Dios.- interrumpe una voz extraña.
El hombre levanta la mirada y se le queda colgada de unos ojos azules.
-¡Tío Cass! ¡Viniste! - grita Alma y se cuelga del cuello del ángel.
Dean sabe que eso no es algo que agrade a su amigo, pero también es consciente de que Castiel se deja hacer cualquier cosa por esos niños y en especial por su hija.
-Ven Cass, te quiero mostrar lo que escribí – le dice la pequeña rubia y se lleva a la rastra al hombre de cabello negro con una comitiva de dos personitas a sus espaldas. Dean alcanza a dedicarle una sonrisa de consuelo al ángel antes de que desaparezca por el pasillo.
Se encuentra entonces con su hermano, ahí de pie, espía de historias infantiles.
-Parece que la trama no fue suficiente para Cal – informa Dean mientras le muestra a Sam el pequeño retoño dormido.
-Dean...¿esa historia? ¿De dónde la sacaste? - interroga su hermano con el ceño fruncido, pensativo.
El rubio trata de recordar y por primera vez en los años que cuenta la leyenda repara en el hecho de no saber su procedencia.
-No...no lo sé – responde confundido.
Sam lo mira, hay una expresión de maravilla en sus ojos.
-¿Sabes lo que significa tu nombre Dean?
-Sammy ya te he dicho que esas cosas de nena son tu especialidad – responde el mayor con premura y tono burlesco mientras mueve una mano frente a él como escudo.
-Dean significa Oficial de la Iglesia.
-¡Claro que sí Sam!...y ahora me vas a decir que Samuel significa Escuchado por Dios.- tuerce Dean con una mueca irónica, dando los primeros pasos para abandonar la habitación.
-De hecho, sí – sacude Sam
-¿Sam...empezaste temprano con el ponche de huevo? - cuestiona Dean haciendo su cabeza a un lado – Sabes que no tienes buena tolerancia.
-¡No estoy borracho! Ni loco – agrega por las dudas - Ese es el significado de nuestros nombres.
El rubio se queda en silencio por un rato, pensando, finalmente le dedica una sonrisa brillante a su hermano.
-No importa Sammy, nada de eso importa. Tú y yo hermano, tú y yo juntos, eso nos permitió ganar. Destino, suerte, mala suerte, coincidencia, no me importa. Vencimos y estamos aquí, juntos, en familia. Eso es todo lo que me importa.
Se acerca hasta la torre morena, le clava los ojos verdes encima y con suma delicadeza pasa a Caleb a los brazos de su padre.
-Familia Sam, no importan las leyendas, esto importa – agrega señalando al niño - Vamos Sammy, creo que la comida está lista.
Se adelanta unos pasos y Sam le sigue sonriendo, dejando para más adelante el misterio, Dean tiene razón, son cosas sin importancia, el hombre frente a él, su hijo, el resto de la gente en ese hogar, eso es el centro de su universo.
Piensa en Dean y hace números. Treinta y nueve años, cuatrocientos setenta y tres meses, catorce mil quinientos diez días, trescientas cuarenta y ocho mil doscientas cuarenta horas desde el día de su nacimiento y su hermano continuaba marcando el camino.



FIN


Ha sido un largo camino, espero que lo disfrutaran y la historia les haya provocado muchos sentimientos!!

Hasta mañana! :D

4 comentarios:

  1. Desde el domingo que estoy leyendo este fic SIN PARAR.... desde el capitulo 26 me hizo llorar!!! Te felicito, es un fic HERMOSO, he leido decenas, y este final me ENCANTA!!!! No se alcanza a notar que tu favorito es Dean (es el mio tambien), en algun momento pense que lo transformarias en un angel.... Hay veces en que pienso llevar mi fanatismo por los Winchester a letras y escribir algo, mmmm despues de leer historias como la tuya, NO ME ATREVO, de verdad escribes precioso, please! SIGUE!!! esperare que aparezcas con nuevas historias de estos hermanitos que me tienen de cabeza... gracias de nuevo por compartir esta historia tan bella... Saludos!!! Marcela.

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  2. Hola Marcela! Jajaja y sí, qué se le va a hacer, tengo debilidad por el rubito, y es que en la serie siempre me lo dejan de lado a la larga, así que me invento yo sus heroicidades más heroicas, jeje. Y aún me resisto a dejarlo de ángel, aunque hay una autora que escribe hermoso y con ella suele pasarse algún tiempo por ese estado divino!

    Y por favor, no te quedes sin escribir!! Me alegro que te guste como escribo (no tienes idea cuánto) pero no dejes de hacerlo tu, si supieras lo que me costó publicar algo a mí, tenía terror y todo me parecía horrible, así que POR FAVOR no dejes de intentarlo!!

    Gracias por dejar tu comentario!!

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  3. Solo dire... Hermoso, se que lo vengo leyendo demasiados años después pero antes no me había metido en el mundo de Supernatural, ni siquiera conocía la serie, pero el hecho de encontrar personas con esta capacidad de escribir creeme, me llenan el alma y satisfacen mis deseos por buenas historias.

    Gracias por compartirlas :3

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  4. GRACIAS POR COMENTAR!!! Ya casi que me había olvidado del blog, lamentablemente he dejado de escribir fics, lo cierto es que aún tengo algunas ideas dando vueltas pero no me he puesto a trabajar en ellas. Me alegro mucho de que te gustara la historia, realmente fue toda una experiencia escribirla así que me encanta que de vez en cuando alguien la descubra, no importa cuántos años desde su publicación.

    Gracias!!! >3

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