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jueves, 24 de marzo de 2011

FRINGE

Dije en su momento que escribiría sobre algunas de las series que más me gustan o han gustado con el tiempo, entre ellas hay una nueva, de apenas tres temporadas, pero con la suficiente fuerza para ir escalando sin problemas en la lista de favoritas y, puesto que ha recibido el ok para una cuarta temporada, en señal de festejo, les traigo ésta entrada!!!

Fringe me persiguió, en cuanto foro o blog abría encontraba mención a esta serie, pero en la mayoría de los comentarios encontraba una frase que me desalentaba de darle una oportunidad..."parecida a X-Files". Que conste que fui una gran fan de esa serie, pero tanta comparación se me volvía en contra, sinceramente, no tenía ganas de ver una versión moderna de esa serie, así que la pasaba de largo.
Pero, terminé cayendo en ella, descargando el largo piloto, me senté a verla y ahí les cuento, porque fue así, para contar la cosa. Lo curioso, ya no puedo verla parecida a X-Files, sólo en algún lineamiento general, Fringe tiene suficiente espíritu por sí misma.

Sigamos por donde íbamos, episodio piloto, es uno bien extenso, pero son sus primeros minutos los que te pegan a la pantalla y ya no te permite dejarla, si es que uno tiene el estómago fuerte (les he avisado, no me vengan con quejas luego :P ).

Ésta formula se sigue manteniendo en casi todos los capítulos que le siguen. Ahora, ¿por qué son tan importantes? básicamente, son grotescos, fuertes, imprevisibles, una o varias personas van a morir, de la manera más extraña y visceral que se le haya ocurrido a los guionistas. Los minutos restantes trataran de resolver esa/s muertes.

Esa otra parte, la resolución, es donde se debe contar con protagonistas que puedan sostener la trama, y créanme cuando les digo que si tus actores deberán interpretar dos o tres versiones distintas de sus personajes o, inclusive, diferentes personajes, necesitas un excelente reparto, sinceramente pocas series dependen tanto de sus actores como ésta. En sus inicios no parecía ser así, pero cuando uno la lleva viendo un tiempo, se da cuenta que si no tuviera actores de lujo la serie no habría llegado a nada.

Pero, lo primero que sorprende es que, el principal de la serie, es mujer.

A algunos no les parecerá gran cosa, pero siendo yo mujer amante de la ciencia ficción, les puedo asegurar que no hay muchas de esas series que cuenten en su protagónico con una mujer y, para mí, es un puntazo. Uno que se acrecienta cuando vemos que Olivia Dunham (Ana Torv), no es ninguna damisela en apuros, es una mujer de armas tomar, inteligente, pero por sobre todas las cosas, persistente, no se dará por vencida ni aún caída en el piso, y aunque al principio parece un tanto seca y distante, poco a poco irá abriendo su corazón y veremos que hay más de ella de lo que pensábamos, una ficha maestra involuntaria dentro de la trama siniestra de la serie.

Aparece entonces un personaje un tanto raro, que en un principio actuará básicamente de traductor y niñera del genio loco, nos presentan al hijo, Peter Bishop (Joshua Jackson), un hombre en sus treinta, varios puntos por encima del nivel de genio, rebelde, capaz de desempeñarse en cuanto trabajo se le ocurra hacer, con un sentimiento de odio particular hacia su padre y con cierta oscuridad a cuesta, es fácil ver desde su entrada que Peter tiene un pasado sombrío (aunque aún no sepamos bien cuál es), y una buena dosis de violencia interior. Un personaje fuerte, carismático, inteligente y oscuro, que por mucho tiempo se mantiene en las sombras y termina revelándose como el centro, principio y fin de gran parte de la trama.

Y nos traen de repente al científico, genio, adelantado a su época, experto en una área de la ciencia bastante desprestigiada, residente permanente, por varios años, de un psiquiátrico, nos traen al padre. Y nos regalan la actuación sublime de John Noble, que en cada capítulo se come la pantalla y te dan ganas de saltar de felicidad por ser receptor del trabajo de éste hombre que debería tener bajo su cama varios premios de los grandes y no exagero.

Probablemente no les suene el nombre de nada, pero les diré algo, tengo el problema de no prestar atención a muchos de los secundarios en las películas, aunque se gasten todo trabajando, sin embargo, ninguna actuación de El Señor de los Anillos, me impactó tanto como la realizada por el actor que hizo de Denethor, ese Señor de Gondor que pierde la razón tras la muerte de su hijo Boromir y entre las tinieblas de su locura casi mata a su otro hijo, Faramir. No supe durante años cómo se llamaba el hombre, pero aún recuerdo con patente claridad, su mirada, sus ojos enloquecidos, su desesperación, su gesto de repugnancia.

Esa mirada me recibió tras un hombre de cabello corto, barba media, sentado tras la mesa de un comedor de un psiquiátrico, y sí, señoras, señores, Denethor y el científico loco Walter Bishop, tienen algo en común y ese algo es el actor magnífico que les da vida, John Noble.

Fue en ese punto donde abrí las puertas de mi cabeza, invité a pasar a Fringe y le dije que se colocara en el estante de series seguidas a tiempo USA.

Y eso fue todo, por un tiempo, hasta llegar al final de la primera temporada, fue entonces cuando directamente le pedí, con respeto, que no fuera vaga y se pusiera más arriba, en la escala esa donde están mis series favoritas.

Porque es así hoy día. Fringe comienza lento, nos da una primer temporada donde parece no encontrar del todo su ritmo, para sorprendernos con una season finale impresionante que te tira de culo al piso. La segunda temporada empieza con todo, se suaviza un poco y en los tramos finales nos vuela la cabeza y la tercera, ah, la tercera está siendo un viaje continuo, un descubrir cosas a cada paso, es un estar al borde de la silla con la mirada atenta para intentar saber qué va a pasar más adelante.

Porque Fringe está pensada al dedillo, en cada detalle, porque no deja nada librado al azar y todo lo que se dice puede ser importante. Porque ha creado una mitología propia impresionante y te termina envolviendo sin remedio, porque hablan de ética, de sentimientos y de cuando los segundos vencen a la primera y sus posibles consecuencias, y porque sabemos, todos quienes la siguen, que al final de ésta temporada nos dejarán destruidos, bañados en teorías, secretos y posibilidades, porque esperaremos el inicio de la cuarta con tantas ansias como el final de la tercera...no, miento, con muchas más ansias que el final, jeje.

Podría retirarme ahora y dejar de escribir sobre esta serie, pero no puedo hacerlo sin nombrar a dos de los secundarios, hay otros, pero no unos que se lleven tantos corazones como estos:

Astrid Farnsworth (Jasika Nicole), es la preciosa chica que termina de ayudante de Walter, generando uno de los pares más dispares y bellos de la tele, con sus propias reglas y pequeños detalles, que hacen de esa, una relación muy sentida en la serie.

Gene, es la vaca, y si alguno de ustedes no ve la serie quizás no me crea, pero Gene la rompe, esa vaca es genial y todos los fringeadictos la AMAMOS!!! VIVA GENE!!

Por todo eso y los miles de detalles que no nombro (y los hay, hay miles de cosas en esta serie), Fringe es 100 por ciento recomendable, pónganla en la tele, preferentemente NO durante las comidas (me lo van a agradecer), denle una oportunidad y paciencia, porque una vez que caen en ese universo, no podrán encontrar la salida.



Muchos Besitos y Buena Suerte!!! :D

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