Ipod

viernes, 8 de abril de 2011

Misión - Capítulo 22

Buenos Días!!! Les dejo el nuevo capi y nada mas, es tarde y tengo que comer antes de ir a trabajar :P



Capítulo 22



DÍA 10

-Bobby necesito un favor.
-Claro hijo, ¿qué pasa?
Dean se pasa la mano por la cara en un gesto que Bobby sabe indicaba su estado de nerviosismo.
-No te va a gustar.
-Demonios chico, hay poco que me guste últimamente.
-Sabes que he pedido que mi madre se vaya.
-Sí. No entiendo que tiene que ver conmigo.
El muchacho inspira juntando la fuerza.
-Quiero que tú te la lleves y la cuides.
El hombre lo mira indignado.
-Quieres sacarme de la pelea.
Dean le dedica una mirada desnuda de escudos y Bobby ve en ella tantos sentimientos que no alcanza a distinguir unos de otros.
-Sí, Bobby eres el único en quien puedo confiar para esto, ella estará a salvo contigo.
-Soy una cazador no una niñera.
-Te necesito en esto, mi padre no dejará la lucha, muchos menos Samuel y Sam es imprescindible – sus ojos se vuelven más insidiosos – Eres el único que haría esto porque te lo pida, por favor Bobby, sé que no quieres, pero necesito saber que queda algo a salvo y tú has sido junto con Sammy la única constante de mi vida...por favor.
Escuchar al muchacho hace que el corazón de Bobby proteste.
-No hables como si no fueras a salir libre de ésta. No quiero que te des por vencido antes de que empiece todo.
-No me doy por vencido, pero Bobby, quiero saber que hay algo asegurado, no quiero ganar esta guerra para descubrir que todos han muerto en ella, que me he quedado sólo. No podría pasar por ello de nuevo.
Bobby conoce ese sentimiento de derrota, cuando uno ya no encuentra cómo seguir, no permitiría que esos chicos pelearan por ellos para encontrarse huérfanos al terminar.
-Está bien Dean – acepta aún molesto – No me agrada, no me gusta dejarte, pero haré lo que me pides.
Los ojos verdes se iluminan y toda vulnerabilidad queda sepultada detrás de un brillo de alegría.
-Gracias Bobby. 
Se quedan juntos en silencio hasta que las sombras cubren el cielo.

DÍA 12

-¿Cómo va todo? - pregunta Sam a su hermano.
-Nadie ha muerto, eso ya es algo – contesta Dean señalando el valle donde se despliegan tropas.
El menor mira al otro, Dean está apoyado en un árbol mientras observa las actividades, el sol está frente a él, empezando su descenso del día lanzando haces de luz que sacan reflejos del rubio cabello del hombre. Sam lo ve imponente, realmente como a un general contemplando su ejército y se sorprende un poco al caer en cuenta de que su hermano se ha convertido poco a poco en eso. No tomó el control de repente, pero paso a paso se ganó la confianza de todos y hoy era indiscutible su autoridad. 
Sam trata de averiguar de qué manera afectaba su hermano a las personas. Piensa en las imágenes que ha grabado su mente de manera automática, Dean jugando con los niños, Dean hablando con cazadores, discutiendo con ángeles y demonios, tranquilizando mujeres que deberán partir, riendo con su familia, Dean sentado con gente alrededor.
Comprende que lo ha visto durante años sin entenderlo, las personas se acercaban de esa manera a su hermano por la misma razón que él, se sentían seguras junto a Dean. Lo malo de eso era que su hermano se sentiría responsable de cada muerte que ocurriera en ese campo. Ese era el porque, las personas intuían que Dean era un hombre que preferiría morir mil veces a que otros lo hicieran, sabían que arriesgaban su vida, que eran muy altas las probabilidades de morir, pero también aprendieron que no lo harían en vano, su general no lo permitiría, su hermano no lo permitiría.
-Te has convertido en su líder, lo has hecho.
-No soy su líder, soy el mediador.
-JAJAJA!! - ríe divertido Sam – Tienes razón.
-¿Cómo vas tú?
-Bien.
-¿Y Selene?
El menor se sonríe ante la perspicacia de su hermano.
-No sé qué decir Dean – suspira borrando la sonrisa del rostro – No pude evitar lo que ha pasado con ella, pero me preocupa, no quiero lastimarla y si algo me pasa…
-No te preocupes por eso, disfruta este tiempo, date el permiso para ser un poco feliz. Lo mereces.
-¿Y tú? - curiosea el menor
-Yo estoy llevando a la práctica lo que te estoy aconsejando hacer.
-¿No tienes miedo de hacerle daño?
-Se lo estaba haciendo de todas maneras y por otro lado...ya nos perdimos una vez, por temor no habíamos consumado esto que nos pasa ahora, no me gusta repetir errores.
-Aún así, me siento un poco culpable.
Su hermano se vuelve a verlo casi con violencia en los ojos.
-No lo hagas, no te tortures, tienes la oportunidad de encontrar algo importante, de pasar buenos momentos. No has tenido muchos de esos, ninguno de nosotros, ellas saben en que se metieron y las dos saldrán bien de aquí Sam, es más de lo que podemos asegurar tu y yo. No te quites la posibilidad de ser feliz.
Sam estudia a ese hombre con el que ha vivido tantas cosas.
-Gracias Dean.
-Bah! Para que son los hermanos mayores si no – hace un gesto con la mano quitando importancia – Vamos a cenar.

DÍA 15

-¿Agente Hickman?
-¿Quién habla?
-Dean Winchester.
-OH! Hola muchacho, ¿cómo va todo?
Dean sonríe al teléfono.
-Ya sabe, días soleados, paseos al aire libre, compañía variada. Buenos tiempos.
El agente hace una mueca ante las palabras cargadas de sarcasmo, increíble que el hombre pueda seguir con esas costumbres ante los tiempos que afronta. Se hace un silencio en la línea y Hickman cree que se ha cortado la llamada, está a punto de colgar cuando el otro vuelve a hablar.
-Necesito un favor.
-Lo que digas, tengo órdenes del jefe de darles cuanto necesiten.
Pavada de sorpresa para el cazador, años perseguido por la ley y ahora le dan lo que quiera, podría empezar a joder un rato pero decide que anda corto de tiempo.
-Tengo un amigo, Bobby Singer, se va a marchar en una semana. Búscalo, él tiene muchos conocimientos sobre la caza y todo cuando está pasando. Si nosotros no ganamos él podrá prepararlos para enfrentar mejor lo que seguiría.
En su oficina, segura y cálida el agente del FBI se pasa la mano libre por el cabello.
-¿Pueden ganar?
-Lo intentaremos.
-Debería estar ahí.
-No, necesitamos un segundo frente por si esto no funciona. Necesito saber que hay gente conectada que pueda tomar ciertas cartas en el asunto si todo se va al diablo.
-Puedo ofrecer protección a quienes tú quieras.
-Mi gente sabe cuidarse sola, pero gracias.
-¿Algo más Winchester?
-No.
-Buena suerte.
Otro silencio y el agente sabe esta vez que no se ha cortado la llamada.
-Gracias – dice su interlocutor y cuelga.
Hickman se queda en el lugar mirando el teléfono, no hace mucho que conoce la verdad sobre el hombre con el que ha hablado y resulta que ahora le han dejado el futuro de la Tierra en sus manos. Lo más extraño para él era confiar de corazón en que esos hermanos podrían lograrlo.

DÍA 18

Luz, claridad por todos lados, silencio opresor, soledad. No conciencia, no recuerdos, no vida. Tanto vacío, tanta nada. El dolor del olvido extendiéndose en sus entrañas. Casi tenía el secreto, podía saborear la sal de su verdad. 
Casi, pero no del todo, se despierta otra vez y como de costumbre controla el grito y la angustia. Debería agradecer el haber practicado desde niño el despertar de las pesadillas sin exclamaciones para no alertar a Sammy o su padre. 
Estuvo cerca esta vez, no le faltaba mucho, pronto sabría qué cosa le faltaba.

****************************

Entrego libremente mi gracia para que la niña corazón viva”
“Hijo mío” dijo su comandante “¿Si ellos son capaces de generar sentimientos tan poderosos no crees que merecen una esperanza?”
El hombre comprendió que sentía amor y su amor se extendía más allá de la niña corazón para alcanzar a todas las personas buenas que había conocido a lo largo de todos esos años.
“Sí, si la merecen. Pero no por todos, por mi niña y por todas las niñas y niños corazón que existen y existirán. Ellos merecen esperanza”
Y de esa manera su amor se extendió a toda la humanidad en su potencial más puro.
“Y la tendrán” dijo el padre, tomó con infinita dulzura la gracia de su hijo, era poderosa, la más poderosa de sus hijos, había sido especial desde el primer día en que abriera los ojos. Manipuló la gracia y con ella trajo a la vida a la niña corazón, su hijo sólo pudo ver los hermosos e irisados ojos de la niña abrirse antes de dejar de existir. El padre continuó con su labor con la pesada carga de la pena en su interior y decidió darle a su hijo un último regalo “La tendrán mi hijo” le confesó aunque ya no podía escucharlo “ y el nombre de su esperanza será ENTREGA”.


Continuará...


Hasta mañana :D

No hay comentarios:

Publicar un comentario